El miedo al dentista, un problema real

El miedo al dentista no es nada nuevo. Según el informe sobre Prevención e Higiene de los españoles de Clínicas VitalDent, uno de cada tres pacientes afirmaron padecerlo (el 36% de la población). Y es que la Dentofobia es un problema real. Se trata del pánico persistente, anormal e injustificado a los odontólogos, y a acudir a la consulta.
Existe alguna controversia entre los profesionales sobre si este miedo es o no irracional. “Es normal que el dentista asuste, ya que los instrumentos que utilizamos para las intervenciones son metálicos y bastante afilados y, en algunos casos, muy ruidosos”, según explica Miriam Muñoz, auxiliar dental de la Clínica Adeslas. Este pavor se relaciona con experiencias traumáticas que el paciente haya sufrido con anterioridad, o incluso con comentarios negativos sobre los odontólogos. “Algún paciente que sufre este problema ha llegado a desmayarse antes de entrar a consulta”, comenta la auxiliar.

Sillón dental de una clínica privada

El individuo que sufre esta fobia evita asistir a las consultas, solamente acude a ellas cuando el dolor físico es insoportable, según explican los expertos. La psicóloga Patricia Armesilla informa sobre la existencia de programas de ayuda a los odontofóbicos. “Se basan en la enseñanza del manejo de la ansiedad mediante técnicas de relajación, control de la respiración, etc”.

Foto de Grupo Editorial 33

El doctor Carlos García Álvarez ha publicado un libro titulado ¡Horror...tengo que ir al dentista!, donde da cinco claves para superar la fobia al dentista. “En primer lugar hay que estar informado, preguntar al dentista todo lo que nos va ha hacer”, indica el autor. Hace especial hincapié en la despreocupación por la visita al odontólogo, segundo de los pasos en la recuperación del síndrome.
La tercera clave es la relajación, lo que implica también tener confianza con el dentista, cuarta clave en el proceso de recuperación. Por último se debe valorar el resultado que se consigue con la asistencia a la consulta, es decir, la mejora en la salud dental, según explica García Álvarez.

Instrumental del sillón dental
 “En el caso de pacientes infantiles con este problema se debe crear un ambiente seguro, con juguetes apropiados a su edad, con muebles que le resulten divertidos, cuentos...”, explica Mónica Plaza, auxiliar de una clínica privada de Madrid. Patricia Armesilla añade que es importante que los profesionales de la consulta estén al corriente sobre la fobia del paciente, pudiendo así controlar el comportamiento del niño. “Además es importante que el niño visite la consulta del dentista con anterioridad para familiarizarse con ella”, concluye la psicóloga. Y es que tratar esta fobia es tan importante como curar cualquier otra, y se debe poner en manos de un experto.

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