La crisis del cómico español


El humor español se resiente entre sus protagonistas
El sector de la comedia en España no es un sector fácil. Se trata de un oficio al que la sociedad apenas presta atención y que presenta serias dificultades. 




Foto: Elías Goméz (flickr)
Nos encontramos con un oficio saturado. Actualmente en España, la Escuela de Comedia, con sede en Madrid, se dedica a formar a los futuros cómicos. Sus alumnos cuentan con espectáculos en distintos locales. Esto lleva a los cómicos profesionales -que por otro lado llevan años trabajando y buscándose la vida-  a quejarse del descenso de shows que facturan. “Los empresarios lo tienen fácil”, dice Javier Mosquera, humorista gallego , “les es más rentable tener a estudiantes haciendo espectáculos que contratar a un cómico con bagaje. Se está olvidando el buen espectáculo de humor.”
Pero las dificultades que se encuentran los cómicos en el país no sólo tienen que ver con el número de personas que ejercen el oficio. Otra cuestión importante es la duración del monólogo. En España la extensión media de un monólogo por persona es de una hora. Esto entra en contraste con otros países, como por ejemplo Argentina, donde los shows de monólogos reparten una hora entre cuatro monologuistas, por lo que cada uno realiza alrededor de un cuarto de hora. Esta diferencia es trascendental y provoca la aparición de dificultades. “Realizar un monólogo de tal duración genera muchas situaciones incómodas”, dice Víctor San Juan, cómico español, “El monologuista tiene que conectar con el público. Normalmente utiliza una serie de recursos para ello. Por ejemplo recurrir a un recuerdo de la infancia común con los asistentes y forjar esa conexión. Pero es muy difícil mantener esa conexión durante una hora. Y en algunas ocasiones los cómicos acaban dando malos espectáculos. No le veo el sentido”.
Por otra parte el sector del monólogo está mal estructurado en España. “El hecho de que el techo a tocar en España sea la Paramount Comedy dice mucho”, afirma Felix Buenaventura, cómico argentino, “por ejemplo en Inglaterra la meta es el Estadio O2”. Además, a la hora de realizar actuaciones los cómicos se quejan de la falta de Clubs de Comedia en España y tienen que acudir mayoritariamente a bares, por ello se encuentran con que “los escenarios están en bastante mal estado. Muchas veces te encuentras con una tabla sujeta sobre cuatro cajas”. Al preguntarle por los escenarios en Argentina,  Felix comenta: “Nada que ver, en Argentina un cómico realiza todas sus actuaciones en teatros.” 
Pero ante tanto factor negativo, los cómicos vislumbran una ventaja: el dinero. Un bolo en España son 300 euros, en Inglaterra: 115 libras. 

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