Los encargados de las salas madrileñas Moby Dick y Gruta 77 planean mejorar la calidad de su sonido

Los representantes de la salas madrileñas Moby Dick y Gruta 77 -locales de mayor relevancia en el panorama independiente de la capital- han anunciado que se están planteando realizar mejoras en sus instalaciones de sonido para finales de año. La decisión procede de las diversas quejas que han recibido los últimos meses de algunos de los grupos que han subido a sus escenarios. Esta reforma, de llevarse a cabo, no supondrá el cierre temporal de ninguno de los dos establecimientos, debido a que se trata de un mero perfeccionamiento y ampliación de sus dotaciones de sonido.

Foto: Gruta 77

Los principales factores que mueven a los propietarios de estos dos recintos a efectuar dicha renovación son el desgate de los equipos y su progresiva obsolescencia frente al desarrollo de nuevos mecanismos acústicos. "Desde 1992, año en el que se inauguró Moby Dick en Azca, apenas se ha vivido una noche sin actuaciones en directo. Eso supone una inyección considerable de ingresos, pero también implica un deterioro significativo en los bafles, equipos de sonido, baterías y amplificadores", afirmaba la dirección de la sala Moby Dick.

Una constante en la mejora de la calidad del sonido son las propias bandas que hacen uso de ambos locales para la presentación de sus discos o la realización de sus conciertos. Algunas formaciones de la capital que han actuado en estos espacios llevaban tiempo proponiendo a los encargados la implantación de herramientas mejor preparadas. "Nuestras música no es más que una guitarra, un bajo y una batería, pero cuando tienes alguna grabación donde predomina el sonido digital la presentación en directo es más complicada en estos garitos", explica el guitarrista de Los Nastys, Fran Basilio.

En cuanto a los representantes de Gruta 77 –espacio ubicado en el distrito de Carabanchel-, están totalmente enterados de las quejas que reciben de algunos de los usuarios de sus equipos. "Tenemos que mentalizarnos de que necesitamos una mejora en nuestras instalaciones sonoras. Ser una de las salas referentes en Madrid no es fácil, para estar a la altura no hay que dejar de progresar",  reconocía  el portavoz del conocido recinto de Carabanchel.

Este tipo de mejoras en la calidad del sonido no es algo nuevo en la capital. El ejemplo más reciente fue el llevado a cabo en la sala Siroco hace apenas unos meses con el fin de perfeccionar la visibilidad y la climatización, así como la disposición de su música en directo acomodada a cualquier tipo de género musical. Además de incluir nuevos servicios como el transporte de los instrumentos de la banda que va a llevar acabo la actuación hasta la propia sala.