Una liturgia con hoja de ruta

La Conferencia de Paz alza muchas voces. ETA sigue sumida en el silencio

 “Hemos venido hoy al País Vasco porque creemos que ha llegado la hora y la posibilidad de finalizar la última confrontación armada en Europa”. Así empezaba el discurso en la denominada Conferencia de Paz, convocada el pasado lunes en San Sebastián por la plataforma Lokarri.  A la fiesta por la pacificación, se unieron varios representantes internacionales, políticos españoles y la izquierda abertzale. Y en medio de toda esta liturgia de buenas intenciones, son muchos los que esperan la extremaunción de la banda, son muchos los que se niegan a comulgar con lo que está pasando, son muchos los que se declaran agnósticos.

La estampa ha dado de sí: nuevas adhesiones internacionales, asistencias previo pago, cese definitivo de las armas, discusiones entre los partidos mayoritarios y lo que es peor: todos parecen tener algo que decir. ETA, por el momento prefiere callar. Sin embargo, fuentes policiales insisten: “ETA hará su comunicado en los próximos días, esto forma parte de su estrategia. Dejarán las armas, aunque con condiciones, el proceso más difícil será el que se gestará en el País Vasco. Las elecciones son clave en la doble vía que puede tomar la banda”.

“ETA lo está consiguiendo. No sólo ha conseguido sentar a los gobiernos a negociar, si no que ha hecho una gran puesta en escena. Han conseguido un estatus que no les corresponde, a los delincuentes se les encarcela, no se les premia por dejar de delinquir. Por dejar de matar”, sentenciaba el pasado martes, el subteniente del Ejército de Tierra, Koldo Garmendia.

“Estamos cansados y humillados. Nos hemos dejado la piel en la calle, poniendo en riesgo no sólo nuestra vida, sino también la de nuestras familias y ahora la izquierda aberztale se cree que por gobernar en algunos ayuntamientos, puede echarnos de aquí. No sentimos el respaldo del Gobierno, ni tampoco de las instituciones”, relataron dos guardia civiles que asistirán el próximo domingo a la concentración en protesta por este trato convocada por varias asociaciones, entre ellas algunos colectivos de guardias civiles,  policías y escoltas.

“Esta Conferencia de la Infamia, se trata de una afrenta a las víctimas del terrorismo. No aceptamos ninguna disolución trampa condicionada a contrapartidas políticas o penitenciarias. No aceptamos paz por proyecto. No aceptamos paz por presos. Y no aceptamos  paz por impunidad. La única Hoja de Ruta que aceptamos las víctimas es la de la aplicación de la Ley y la acción de la Justicia”, así de tajante lo comunicaba la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

“No debería estar en la cárcel. (Otegi) es un interlocutor no sólo válido sino imprescindible para llegar de una puñetera vez a conseguir la paz en el País Vasco”, palabras del actor WillyToledo el pasado lunes.

Más de 800 muertos. Una democracia garantista. Un conflicto que se quiere resolver con comités y compensaciones. Un escenario político para todos los gustos. Diez meses de alto el fuego. Dos Españas: la de los vencedores y la de los vencidos.