Son
ya varias semanas las que el entrenador del Albacete, Antonio Gómez, cambia el
escenario del entrenamiento y aleja a sus jugadores de la rutina de la práctica
en la ciudad deportiva. Con esta forma de trabajar distinta, el técnico no sólo
busca que sus jugadores mejoren su físico fuera de los ejercicios cotidianos,
sino que propone actividades grupales con el fin de crear grupo en el
vestuario, unir a los jugadores.
En
palabras del propio entrenador “con estos entrenamientos estamos consiguiendo
mantener su atención, los mantenemos enchufados al trabajo, no me gusta ser el
típico entrenador que hace todos los días lo mismo porque al final los
jugadores se vuelven apáticos”. Sobre el responsable de este tipo de entrenamientos novedosos, el técnico madrileño dijo que “Gonzalo (preparador físico del equipo) es
el que me ayuda a elegirlas y vemos la intensidad del trabajo a realizar para
que sea más o menos parecida al de un entrenamiento. El día de los bolos fue
otra historia porque ahí lo que buscaba era que se uniese el grupo, ahí de
físico había poco”.
Presenciando
la actividad estaba Gonzalo, el preparador físico del equipo y confirmaba que en el pádel la exigencia física es alta por lo que este entrenamiento se
asemejaba bastante al desgaste que se suele hacer en un entrenamiento normal.
Además la semana es para el equipo de mucha tensión por el partido del domingo que
los enfrentará al Oviedo y que será de vital importancia ya que son varias las
jornadas sin conocer la victoria.
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