Los jugadores de la liga de fútbol 7 en Móstoles se quejan del mantenimiento del campo

Móstoles, 28 de noviembre de 2011.- Jugadores de varios equipos de la liga de fútbol 7 en el barrio de Estoril II (Móstoles), expusieron sus quejas el pasado sábado día 26 de noviembre, a los administradores del polideportivo por la falta de manutención que presenta el campo de fútbol de césped artificial. En una liga de veinte equipos, con quince miembros como máximo en cada plantilla, los competidores han de ingresar cada año un total de mil euros para disputar el torneo. 



Equipo de fútbol 7 en Estoril II (Móstoles). / Club Deportivo Estoril



“Cada año es lo mismo, pagamos la cuota y no se reparan los desperfectos”, afirmó un jugador de la liga, Jesús Steegman Camacho. Y es que el deterioro de las instalaciones de fútbol es visible para todos aquellos que se acerquen al polideportivo un fin de semana a ver un partido. Redes rotas y un césped seco que no recibe un cuidado diario como aconsejan los  profesionales en pavimentos deportivos de césped artificial, de la empresa internacional Irasport: “Es cierto que el césped artificial necesita menos mantenimiento que el natural, pero aun así, el cepillado y riego diario son tareas a realizar en este tipo de superficies sintéticas”. 

La falta de mantenimiento no es la única queja que presentan los jugadores. Otro de los motivos son las medidas “imaginarias” del campo que los encargados de su construcción llevaron a cabo en el polideportivo. Un capo de fútbol siete debe tener un mínimo de longitud de cincuenta metros y una anchura de treinta, medidas que no se corresponde con las del campo de Estoril II, que se asemeja más a un de fútbol sala con hierba sintética. 

El servicio médico o de primeros auxilio es inexistente. Si alguno de los jugadores se lesiona de gravedad durante un partido, tiene que hacer uso de la Seguridad Social como cualquier otro ciudadano, pese a pagar una ficha previa y una inscripción. “No entiendo porque tengo que pagar tan caro un alquiler si no aportan unos servicios mínimos” afirmó Jesús Gañarul, un vecino de Móstoles que no participa en la liga, pero acude asiduamente al polideportivo entre semana para jugar con sus amigos pagando un alquiler de setenta euros la hora. 

Algunos jugadores han decidido reunirse la próxima semana y presentar una queja formal a los responsables de las instalaciones y no descartan llegar más lejos si la situación no mejora o se les da cuenta de la inversión de su dinero.