El futuro presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, ha desvelado parte del contenido de la reforma laboralque pretende aprobar cuando jure su cargo. Tras reunirse con lossindicatos y la patronal, el vencedor de las elecciones del 20 denoviembre ha asegurado que la carta enviada en agosto por el Banco Central Europeo (BCE) al Ejecutivo español será su 'hoja de ruta' en materia laboral. Una de las propuestas principales que ha rescatado Rajoy va dirigida a paliar el “dramático” desempleo juvenil,cuestión que preocupa desde hace tiempo en nuestro entorno europeo.
Así, el BCE propone una “devaluación competitiva” de los sueldos y un nuevo contrato a tiempo parcial para los jóvenes con una paga inferior al Salario Mínimo Interprofesional, como máximo 400 eurosal mes y con contización voluntaria.Una medida que existe ya en Alemania desde 2003 bajo el nombre de'minitrabajos', aunque con multitud de variantes que no recoge el adelanto de Rajoy. La medida “sería temporal”, según los populares, pero sigue la senda de la precarización ya iniciada.
Eneste sentido, el Gobierno socialista ha aprobado dos decretos en losúltimos meses para reformar la situación laboral de los jóvenes envarias modalidades: los becarios, los contratos de formación y lasprácticas no laborales. Esta última medida fue publicada en el BoletínOficial del Estado a 18 de noviembre, sólo dos días antes del proceso electoral. Con ella, el Ministerio de Trabajo abrió elcamino que losjóvenes en paro de entre 18 y 25 años, cualificados incluso contitulación universitaria pero sin experiencia laboral en ese puesto, podrán realizar prácticas no laborales en empresas de tres a nuevemeses por 426 euros mensuales.
La norma aclara que estas prácticas no supondrán, en ningún caso, la existencia de una relación laboral entre las empresas y los jóvenes. Según el secretario de Política Institucional de las Juventudes Socialistas (JSE), Jesús Greciet, su partido “es consciente de la gravedad del desempleo juvenil por lo que quiere facilitar el accesoal mercado de trabajo”. A esta medida se le suma la segunda reforma laboral que ha modificado el contrato en formación.
En consecuencia, el Gobierno alargó la edad para esta figura hasta los30 años y permite pagar durante tres años el 75% del salario mínimo, alrededor de 500 euros al mes. “La ampliación haráque haya más trabajadores en condiciones precarias a pesar desobrepasar lo que se entendría como período de formación laboral”,aduce Democracia Real Ya. Además, la ley recoge que se incremente eltiempo de formación del 15% al 25% para “favorecer una mayor cualificación que es un hecho diferencial”, señala Greciet.
Sin embargo, desde los sindicatos han señalado que se trata de “otraapuesta pobre de recualificación para las personas con bajo nivel deformación”, apunta el adjunto a la secretaría general deComisiones Obreras (CCOO), Ignacio Doreste, ya que la medida vadirigida especialmente a los jóvenes parados de la construcción.Los socialistas se defiende puesto que es una “medida provisionalhasta que mejore el paro” y estos contratos “mantienen los mismos derechos laborales que los ordinarios”, responde el secretario Institucional de las JSE.
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David Alva junto al presidente de la CEOE Foto: Ceaje |
Sinembargo, en España existen ya más formas de contratación consimilar desprotección social y “salarios con los que no se puedevivir”, indica Doreste. El becario lleva tiempo asentándose comoalternativa para los jóvenes universitarios que pasan hasta 5 años según la nueva ley (antes eran de cuatro) años de trabajo con esta forma de contratación. Cerca de 30.000 estudiantes son becarios, sin contar los que han terminado, según datos del Ministerio, con salarios que rondan desde los 200 hasta los 600 euros.
Desde el 1 de noviembre, el Gobierno ha aprobado que puedan cotizar estashoras de trabajo, que hasta ahora no contribuían a su futura jubilación. A pesar de que reconoce un derecho, los jóvenes hanmanifestado su oposición y señalan que se trata de “un caramelo envenenado”, según el becario en esta situación Roberto Calvar. En primer lugar, "porque no incluye la prestación por desempleo. Y lo que es peor, laretroactividad que recoge la ley la pagamos nosotros”, concluye.
El hecho es que para los jóvenes que quieran computar su experiencia comobecario sólo se tendrá en cuenta sus dos últimos años, aunque hayan trabajado más, y tendránque abonar la parte correspondiente a ese periodo. Sea como fuere, el Gobierno señalaba un día después de su entrada en vigor que untotal de 41.135 becarios se dieron ya de alta en la Seguridad Social, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. "Está claro que es una oportunidad para los que ahora comienzan o acaban de entrar como becarios, sentencia Calvar.
Sin embargo, lo que mejor ilustra esta situación son las numerosas viñetas de Forges sobre becarios.
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