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El Centro Municipal de Acogida de Animales Abandonados de Móstoles necesita una ampliación

El centro se abrió en el año 2000 como respuesta a una exigencia legal contemplada en el art. 18.1 de la Ley 1/1990, de 1 de febrero, de la Protección de Animales Domésticos, donde se fijaba que la recogida de animales abandonados correspondería a los ayuntamientos. Desde entonces, las instalaciones del Centro Municipal de Acogida de Animales Abandonados de Móstoles no han variado, aunque sí gozan de donaciones materiales puntuales por parte de particulares y clínicas veterinarias

Los objetivos por los que la Comunidad de Madrid aprobó la Ley 1/1990, de 1 de febrero, de la Protección de Animales Domésticos eran, básicamente, la protección de la población frente a enfermedades transmisibles de animales a personas, y el establecimiento de un servicio al ciudadano para que aquellos animales, en su mayoría perros, propiedad de una persona pudieran recuperarse en el caso de extravío. Además, recalcaba que la recogida de estos sería a cargo de los ayuntamientos por lo que el gobierno socialista mostoleño de José María Arteta creó el centro en el año 2000.


Entrada principal Centro Municipal de Acogida de Animales Abandonados de Móstoles
Foto: Mar Campos

Tras 11 años de funcionamiento, la Concejalía de Sanidad y de Bienestar Social no ha realizado ninguna ampliación de las instalaciones o un nuevo emplazamiento. A pesar de ello, los operarios y el único veterinario del centro tratan de mantener en las mejores condiciones a los animales.

El veterinario del centro, Vicente Armas, aclara que “el centro pertenece al Ayuntamiento de Móstoles y, como tal, tiene una partida fija destinada a su gestión y mantenimiento que ronda los 40.000 euros”, aunque añade que “eventualmente, la Comunidad de Madrid oferta determinadas subvenciones para los centros de acogida de animales, destinadas a la ampliación o mejora de las instalaciones”. Sin embargo, a través de estas últimas solo han conseguido ampliar la flota de vehículos.

Por su parte, la concejala de Sanidad y de Bienestar Social, Gema Zamorano, explica que “la nueva ubicación del centro está prevista a medio-largo plazo dada la situación económica actual”. De la misma manera declara que “no se prevé en un futuro próximo la habilitación de camas y la implantación de un sistema de calefacción en la zona de los animales”, a pesar de las peticiones de los trabajadores del centro, quienes tienen que proveer de cartones a los animales que soportan peor el frío o los cachorros recién nacidos para que no caigan enfermos.

Ligero aumento de abandonos

El centro absorbe una media de 600 animales al año de los cuales más del 60% son abandonados por sus propietarios. No obstante, Vicente Armas explica que no hay un número constante todos los años, aunque sí es cierto que existe un ligero aumento año tras año, sobre todo durante el período estival.

Para el veterinario del centro, antes las protectoras privadas y los centros municipales de acogida de animales "se repartían el trabajo", pero con la crisis muchas de esas protectoras han quebrado y el volumen de animales abandonados en los centros municipales ha aumentado progresivamente.


En ocasiones, aclara, han estado sobresaturados y se han visto obligados a sacrificar a aquellos animales que estaban en peores condiciones de salud o de avanzada edad. Hecho que contempla el art. 20.1 de la Ley 1/1990, de 1 de febrero, de la Protección de Animales Domésticos.

Para Vicente Armas, una de las razones por las que han tenido que recurrir a esa práctica es por la falta de espacio y el diseño de las jaulas. Aunque con los pocos recursos que tienen, hacen lo imposible por “cumplir la ley” ya que esta exige un mínimo de m2 por jaula y animal. No obstante, añade que "la situación del centro no es tan precaria si se compara con algunos municipios del entorno, aunque la capital de la Comunidad es la que tiene mejores instalaciones para la acogida de animales".

Proceso sancionador lento

Según la Ley 1/1990 de la Protección de Animales Domésticos, los abandonos de animales de compañía están tipificados como una infracción muy grave, por lo que la sanción correspondiente es de 1.502,54  a 15.025,30 euros, dependiendo de la trascendencia social o sanitaria, del perjuicio causado por la infracción cometida, y de la reincidencia del infractor. No obstante, la Ordenanza Municipal Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales, en su art. 47, establece como importe máximo una multa de 3.000 euros.

Sin embargo, el veterinario del centro de acogida, Vicente Armas, explica que la Administración, como en muchos otros casos, es muy lenta. Además, durante el proceso, el animal se encuentra en el centro esperando una adopción que se puede dilatar en años, ya que no está permitida la adopción de animales que tienen propietario, a pesar de que éste lo haya abandonado.

Además, Vicente Armas apunta que una de las razones posibles por las que los propietarios abandonan los animales es el elevado precio respecto al de otros centros, de los diferentes municipios del entorno y de la propia capital. Si en estos últimos, la tasa fiscal por la renuncia a la titularidad del animal no supera los 100 euros, en el caso del centro municipal de Móstoles, la cifra total es de 210,60 euros. Aunque la concejala de Sanidad y de Bienestar Social, Gema Zamorano, aclara que "la tasa está calculada sobre los costes que la estancia del animal genere durante el tiempo que puede estar en el centro" por lo que añade que "cada ayuntamiento establece las tasas acorde con los gastos generados".

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