El deterioro de la situación económico-social de las familias provoca el aumento del fracaso escolar

ENTREVISTA: Yolanda Hinchado Herrera, pedagoga y vicepresidenta del Proyecto de Ayuda al Menor de Alcorcón (PAMA) y responsable del grupo de mayores





Yolanda Hinchado Herrera



Yolanda Hinchado Herrera lleva tres años como responsable del grupo de mayores, de 11 a 18 años, en PAMA, asociación sin ánimo de lucro que trabaja con niños y adolescentes en riesgo de exclusión social. Los integrantes del proyecto son voluntarios del ámbito de la educación, pedagogos, educadores y trabajadores sociales, y la asociación se mantiene gracias a las subvenciones de Cáritas Diocesana de Getafe, Save the Children, la Dirección General de la Juventud de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, la Concejalía de Servicios Sociales y Juventud del Ayuntamiento de Alcorcón y cajas de ahorros como Caja Laboral, La Caixa…



PAMA es una asociación que se creó con el propósito de potenciar los recursos de los niños y jóvenes de Alcorcón, para enseñar a utilizar los recursos comunitarios, mediar y facilitar el acceso a ellos, guiar el crecimiento, el desarrollo y la inserción competente de los niños en los escenarios en los que se desenvuelven y facilitar la adquisición de pautas de convivencia social y de estrategias para afrontar los problemas y situaciones adversas. A través del juego se intenta favorecer la relación de respeto y empatía con los iguales, ya que debido a la realidad económica y social en la que viven estos niños, sus conductas son altamente disruptivas.

PAMA.
Cedida por Yolanda Hinchado Herrera

Pregunta. ¿Han notado un aumento de la demanda de ayuda en estos últimos años?


Respuesta Yolanda Hinchado Herrera (YHH). Sí, la situación económica y social de las familias se ha deteriorado en los últimos años y, en muchos casos, se encuentran sin medios para atender las necesidades de sus hijos. Por ello, los niños no tienen el apoyo familiar que les marque unas pautas de actuación y comportamiento, como por ejemplo un hábito de estudio, unas normas de higiene, una alimentación adecuada, y sobre todo el juego, que es algo necesario para el desarrollo del niño. El número de niños necesitados de apoyo ha ascendido de manera que tenemos una gran lista de espera en estos momentos.

P. ¿Qué tipo de necesidades tienen los niños que acuden a vosotros?

YHH. La mayoría de ellos no tienen las necesidades físicas, cognitivas, educativas  y emocionales cubiertas, lo que se torna en un comportamiento disruptivo por su parte.

P. ¿Cómo se da a conocer la asociación?

YHH. En los inicios de la asociación hubo que salir a la calle y localizar a los primeros beneficiarios en el barrio, ya que no se podía limitar el radio de acción a la parroquia, puesto que muchas familias se mantenían al margen de dicha entidad. La mayoría de los niños fueron derivados desde el despacho de Cáritas de la iglesia pero actualmente la principal vía de captación es el boca a boca. Esto denota la aceptación y valoración positiva por parte de los vecinos del barrio.

P. En esa no información, ¿tienen algo que ver los medios de comunicación?

YHH. Sí, y hemos notado que, últimamente, los medios de comunicación local están divulgando la labor que realiza PAMA. Este interés de los medios ha llevado a que la población conozca sus actividades, metodología y objetivos.

P. ¿Qué necesidades tiene que cubrir la asociación?

YHH. Cuando salen de la escuela, estos niños tienen que encargarse de hacer las tareas domésticas, bien porque sus padres están trabajando, o porque tienen problemas familiares, como drogodependencia, malos tratos… Se trata de necesidades emocionales, relacionales, afectivas insatisfechas que, en su mayoría, llevan al menor al abandono escolar. Estos niños necesitan un lugar en el que adquirir esas pautas, poder jugar, relacionarse y no estar en las calles todo el día.

P. ¿Qué actitudes toman con respecto a los profesores y al resto de alumnos?

YHH. Estos niños exteriorizan todos sus miedos, en general, contra todo aquel que tienen a su lado. Todas sus inseguridades, fomentadas en su ambiente familiar, las muestran en el colegio aislándose del otro por miedo, no se relacionan con los demás niños porque ellos se ven diferentes, frustrados.

P. Si tuviera que hacer una evaluación del sistema educativo español, ¿qué deficiencias cree que tiene?

YHH. En primer lugar, creo que gran parte del abandono escolar se produce porque en las escuelas se da más importancia al progreso académico del niño y se deja de lado el ámbito personal, los sentimientos, las necesidades. En muchos casos, los educadores nos preocupamos sólo de lo que no aprender, de si alcanzan o no los mínimos educativos propuestos en la programación anual del centro. No nos centramos en el proceso del aprendizaje, de la metodología adecuada o no al niño. Debemos potenciar la escucha activa; ser capaces de comprender lo que les pasa y dar respuesta a esas necesidades. Para ello, los estudios de Magisterio tendrían que disponer de más materias en Psicología y psicopedagogía.

Por otro lado, los recortes en educación están limitando nuestra actuación, la de los educadores, ya que esta reducción afecta al número de profesores que se precisan para una mayor atención al alumno.

      Debido al aumento del fracaso escolar también aumentan las necesidades de apoyo o ayuda al menor pero debido a los recortes en educación estos apoyos han disminuido en calidad (por el exceso de niños por aula) y debido al escaso número de profesores, cuya plantilla se ha reducido debido a estos recortes.
     Según el informe de la Comisión Europea sobre el abandono escolar prematuro, el 31,2% de la población de entre 18 y 24 años tiene un nivel máximo de estudios de primer ciclo de enseñanza secundaria.