La junta directiva del Conservatorio Superior cree que el conflicto con los alumnos se debe a un problema de comunicación

Fachada del RCSMM. Foto: Práxedes Millán

El vicedirector del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM), Manuel Martínez Burgos, defiende la labor llevada a cabo por el actual director, D. Anselmo I. de la Campa, y pide “calma” al alumnado, que exige la dimisión de la junta directiva. Al parecer, las demandas más inmediatas están siendo atendidas y se está tratando de buscar solución a todos los problemas. Según Martínez Burgos, “un cambio de director en mitad del curso no supondría ninguna ganancia. Da igual qué director esté, todo lo que le pasa a este, le va a pasar al siguiente”.

El principal problema es el marco regulatorio que rige el funcionamiento de los conservatorios. “La LOE (Ley Orgánica de Educación) está diseñada para enseñanzas secundarias y artísticas, adecuadas para conservatorios profesionales, no superiores”, asevera el vicedirector. Por eso, la junta directiva también pide el paso completo a la LOU (Ley Orgánica de Universidades), tal y como lleva haciendo el alumnado durante estas semanas. El principal problema es la falta de competencias que tiene el actual director. En una Universidad, el rector tiene capacidad para contratar a sus profesores, mientras que en el RCSMM, el director goza de la misma autonomía que el director de cualquier instituto. “Es por esta falta de competencias por la que nos hemos visto en la situación en la que estamos. Dependemos completamente de la Consejería de Educación”. En casos como el actual, en el que el conservatorio se ve falto de profesores, el paso natural es avisar a recursos humanos, para que convoque pruebas de selección. “Se trata de un proceso muy largo, y rara vez llegan a tiempo. Pero no hay nada que nosotros podamos hacer”.

La junta directiva del RCSMM asegura “estar en el mismo barco” que el alumnado, pues considera primordial abandonar la LOE. En este sentido, también pide coherencia a los alumnos a la hora de hacer sus reivindicaciones: “El reglamento interno y el proyecto educativo (documentos demandados por los alumnos en sus protestas) son textos de secundaria, pertenecientes al marco de la LOE. Si quieren que abandonemos esta ley, no deberían hacer demandas que nos metan más dentro”, declara el vicedirector. “De todas formas, llevamos veinte años intentando ratificar un reglamento interno, pero ninguno de los intentos han prosperado. Para ello, se necesita que tanto el Consejo Escolar como el Claustro de Profesores de su visto bueno. Lo intentaremos de nuevo en primavera, si los alumnos insisten, pese a que se trate de un documento de secundaria”. En cuanto al proyecto educativo, Martínez Burgos asegura que el conservatorio jamás ha tenido uno en sus 180 años de historia. 

“Los conflictos son fruto de un problema de comunicación”, concluye Pere Ros, Jefe de estudios adjunto del conservatorio. Ambas partes están de acuerdo en que salir de la LOE es el principio de la solución a todos estos problemas. Por su parte, los directivos también hacen su reivindicación: “La solución está en la creación de una Universidad de las Artes”. Los estudios musicales de carácter superior se encuentran regidos por una ley que se les queda pequeña. La creación de esta universidad daría a los conservatorios “autonomía en la toma de decisiones” y posibilitaría que este tipo de estudios fuera amparado por el marco legal al que realmente pertenecen.