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Casa de la Música 'El Grito'. Fuente: Elena García. |
En
una sala de ‘El Grito’ en Fuenlabrada se encuentra Jesús Fernández, o Jechu,
como se le conoce en el mundillo de la música. A pesar de que ahora tiene otra
responsabilidad, es el actual presidente de la Asociación Cultural ‘Siete’, no
abandona las guitarras: lleva quince años en la industria musical y han dado
para mucho, ha trabajado junto con artistas de la talla de Carlos Baute o David
de María. A través de su dilatada experiencia, se echa sobre el respaldo de la
silla, habla del panorama en el sector.
Pregunta.
La Asociación de Músicos de Fuenlabrada se renueva y da paso a un nuevo
proyecto: La Asociación Cultural ‘Siete’, ¿por qué surge este proyecto?
Respuesta.
Los músicos son muy desagradecidos. El romanticismo o el amor que se tenía por
la música ha declinado en querer fama y éxito. Montamos una asociación para
ayudar a los músicos a la hora de promocionarse, de contactar con otra sala,
montar festivales, y pedíamos implicación. Llevaba mucho trabajo y luego los
grupos venían, tocaban, cobraban, se iban
y no los volvías ver más.
Los
comienzos de todos los proyectos son difíciles, pero después de un año y de conciertos
mensuales, nadie se involucraba y dijimos “ya no hay más”. Ahora hemos abierto
el abanico, somos una asociación cultural, tiramos más hacia la música, pero
también queremos tener inquietudes en fotografía, dibujo, etc. Los músicos
vendrán a tocar, pero las condiciones serán diferentes.
P.
¿Qué objetivos persigue ‘Siete’?
R.
Fomentar la cultura. Es triste que la gente tenga poca visión cultural. En el
ámbito musical tiene un criterio de fama. Su visión es la de montar un contrato
discográfico, grabar su disco y triunfar, no es de disfrutar.
P.
¿De qué manera un grupo local puede impulsar su carrera?
R.
El problema que tenemos los músicos es que estamos empecinados en que el
secreto al éxito es como hace 15 años: me monto mi grupo, me grabo mis temas,
lo grabo en un estudio y luego hago un CD, maquetación y lo difundo por radio y
discográficas y a esperar. Creo que es un error. Tenemos Internet, que es un mundo muy
salvaje, hay muchos movimientos en músicos que están en contra de las
discográficas y de las grandes industrias, dan alternativas a parte, incluso
donativos por el disco, hay compañías pequeñas que dan donativos por el disco.
Muchos
grupos locales se quejan de que Fuenlabrada tiene pocas facilidades para tocar,
¿cómo cree que se podría mejorar esto?
R.
En cierto modo me sorprende, pero no es la primera vez que lo encuentro. Los
músicos de hoy en día están muy acomodados. Seguramente haya cuatro o cinco que
se salgan del tiesto, no más. Pero tenemos una asociación, no lleva dos días, y
hemos declinado en una asociación cultural y tienen todo el apoyo. Aquí no ha
venido nadie a traer su proyecto, porque aquí nosotros tenemos vía libre para que
lo traiga. Creo que es demasiada pereza lo que tiene la gente. Y maneras hay de
llegar, como lo que comentaba antes de Internet. La gente quiere frutos a corto
plazo y es muy difícil.
P.
Fuenlabrada apuesta en sus fiestas locales por traer a grupos famosos del
panorama musical, ¿por qué los grupos locales no actúan?
R.
Sí, eso es una lucha constante que tenemos nosotros con la concejalía
pertinente. Pero sí que es verdad. No es de justicia que siempre haya un grupo
más puntero y siempre se coja al mismo. Los ayuntamientos quieren cerrarlo todo
con el broche de oro.
P.
¿Cree que la cultura musical pueda vivir sin tener subvenciones?
R.
¿Sin una subvención del Estado o del municipio? No, no lo creo. He escuchado que
hay salas que te las dejan gratuitas dependiendo del público al que metas, y
hay asociaciones que se implican. Pero veo complicado que le quites una
subvención a la cultura y que vaya independiente de por sí.
P.
Muchos establecimientos han tenido problemas con la ley que aprobó la Comunidad
de Madrid en la que se prohibía actividad musical en algunas salas y bares,
¿cree que los conciertos en las salas desaparecerán?
R.
No lo creo. Pero si es verdad que si por parte del empresario lo ponen difícil,
por parte del municipio, la Comunidad y el Estado peor. Se piensan que los
músicos salimos de nuestras madres con las guitarras y con un contrato
discográfico. Y no es así. Hay que hacer un ‘rodaje’ y darte a conocer en las
salas.
P.
Desde la Asociación cultural ‘Siete’, ¿cuáles son vuestras reivindicaciones?
R.
Un poco más de apoyo de alguna manera, más desinteresada. Se piensa más en qué
se puede aportar para luego recibir, a veces, y es lo malo, es el tema de
política. Estamos aquí para ayudarnos y ofrecer sin recibir. Pero no me puedo
quejar en el municipio en el que estoy. Hay pocos sitios en los que el
ayuntamiento cede un espacio para ensayos y salas de conciertos, eso ya es un
logro del mañana del cincuenta por ciento. Reconozco que cuando tenemos
queremos más, pero bueno, ya que hemos andando unos pasitos vamos a
evolucionar, no nos estanquemos.
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