Esta aplicación es sin duda una revolución en todos los
sentidos buenos y malos.
Twitter es una aplicación en
la web que permite a sus usuarios escribir pequeños textos, con
un máximo de 140 caracteres, llamados tweets, que pueden ser leídos por cualquiera que tenga acceso a su página. Los usuarios pueden suscribirse a los tweets de otros
usuarios. Por defecto, los mensajes son públicos, pudiendo difundirse
privadamente, mostrándolos únicamente a personas que uno decida.
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Imagen editada en Photoshop por J.G.V |
Los usuarios
pueden twittear desde la web del servicio, desde aplicaciones
oficiales externas (como para smartphones),
o mediante el Servicio de mensajes cortos (SMS)
disponible en ciertos países. Si bien el servicio es gratis, acceder a él vía
SMS comporta soportar tarifas fijadas por el proveedor de telefonía móvil.
Tiene más de 200 millones de usuarios, generando 65 millones de tweets al
día y maneja más de 800.000 peticiones de búsqueda diarias.
Como red social sorprende en
varios sentidos. Por una parte, proporciona a familiares y amigos una forma de
comunicarse rápida, sencilla, cómoda y barata. Pero no es lo único y más
importante.
Presidentes de naciones,
futbolistas, actores… de todo el mundo ponen en su twitter sus opiniones,
sentimientos o agradecimientos que son seguidos por millones de usuarios. Algunos
de ellos contestan a sus preguntas; esto, sin lugar a duda hace que todo el
mundo pueda ser más cercano unos con otros.
Una persona de cualquier
ciudad o país puede poner un tweets en la web y ser leído por millones de
personas. Ejemplos claros los tenemos la revolución egipcia, tunecina,
protestas electorales en Irán… Para unos fue una manera de unirse y revelarse,
para otros un medio que podía poner en peligro su gobierno y en represalia los
gobiernos de Irán y Egipto bloquearon el servicio.
Por esto la aplicación Twitter
sin duda puede ser lo mejor y lo peor según se haga uso de ello.
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