Viene de la anterior entrada.
El tema de los pagos a los futbolistas a
través de empresas que dicen dar un servicio al club que no se hace realmente, es
otra de las piedras de toque de la investigación. Un jugador perteneciente a la
plantilla del ascenso a primera del año 2003 y que eligió mantenerse en el
anonimato comentaba, sobre el tema de las nóminas cobradas irregularmente, que
“me acuerdo de dos compañeros en especial, que hacían lo mismo en todos los
equipos que pasaban, uno tenía a su nombre una empresa de material de oficina,
y cobraba como si le vendiese al ‘Alba’ folios, impresoras, fax, hasta sillas
para las oficinas, que ni había sillas ni nada, todo era por evitar el ‘palo’
de Hacienda.
Además, había otro, que llevaba casi 5 años con una empresa de
jardinería a su nombre, así era muy fácil engañar, porque se le pagaba en
concepto de arreglos del césped, tanto del Carlos Belmonte como de la Ciudad
Deportiva, y ese ha estado en equipos más grandes que el ‘Alba’ y lo ha hecho
en todos”, más detalles sobre esta forma de actuar: “en el caso del que hacía
los arreglos del césped, nos dijo un día que si queríamos un producto para
cuidar los jardines de casa, un abono líquido del que había tenido que comprar
un montón de bidones para que no fuese sospechoso” “los compraba a gran escala
y los declaraba, porque si no cantaba mucho”, otro de los jugadores
pertenecientes a la plantilla del ascenso tenía su ‘modus operandi’: “nos
vendía impresoras, pantallas de ordenador, tóner, todo lo que te pudieses
imaginar nos lo vendía a precio de coste, porque tenía que justificar los
ingresos de su supuesta empresa de material de oficina, al final resultaba
cómico ver como estos dos pájaros se movían en el vestuario, siempre nos
ofrecían algo, el cortacésped que tengo en mi casa me lo vendió el, me costó la
mitad, así me hacía el favor yo y se lo hacía a él”.
Estas entrevistas dejan claras las
irregularidades que ocurren en un club como es el Albacete Balompié, que cuenta
con una masa social de unas 5.000 personas y que hace un año que está fuera de
la élite del fútbol profesional, la evasión de impuestos o evasión fiscal
consiste en el impago voluntario de los tributos establecidos por la ley, está
contemplada como un delito. Por ello se recurre a los llamados ‘paraísos
fiscales’, que son territorios que se caracterizan por aplicar un régimen
tributario favorable a los ciudadanos y empresas no residentes, que se
domicilien a efectos legales en ese lugar. Las ventajas más apreciables y por
las que se acude a estos ‘escollos’ son las exenciones totales o reducciones
muy significativas en el pago de los principales impuestos.
El fútbol español pasa por un momento
delicado en lo que a lo económico se refiere con clubes endeudados que tendrán
que hacer frente a avales si quieren continuar jugando en sus respectivas
categorías. Uno de ellos es el Albacete Balompié, inmerso en una Ley Concursal
desde el 22 de julio de 2010, que le llevará a pagar, a partir de la temporada
2012-13, la deuda con sus acreedores, lo que provocará que se tengan que reembolsar unas cantidades ya fijadas
durante 6 temporadas. La deuda del club antes de acogerse a concurso era de más
de once millones de euros, como se recoge en el documento oficial de la Ley
Concursal. La raíz del problema, según dice el documento, es el ejercicio 2009,
se puede comprobar en el extracto del documento antes citado: “el ejercicio económico cerrado a 30 de junio
de 2009 se cierra con unas pérdidas
récord, que se suman a las anteriormente obtenidas), hace que, ante las
dificultades económicas expuestas y por la difícil situación padecida a lo
largo del primer semestre de la Temporada Futbolística 2009/2010, la
Administración de la Sociedad, se ve abocada a hacer uso del derecho reconocido
por la Ley Concursal”.
En el documento de la ley concursal hay
una lista de acreedores en la que aparecen 359 nombres entre los que figuran
empresas, futbolistas, entrenadores, empleados del club, empresas de la ciudad
y de otras ciudades, incluso el Ayuntamiento de Albacete o el Instituto
Municipal de Deportes, encargado del mantenimiento de las instalaciones del
Estadio Carlos Belmonte. En esta lista aparece el nombre de Cesar Ferrando y
aun se deben 300.000 euros al entrenador valenciano por lo que la deuda no está
saldada totalmente.
El resultado final de la Ley Concursal
ha sido la reducción de la deuda en un 40% quedándose en 8,2 millones de euros
que se pagarán de forma progresiva en diez años, el primer año estará exento de
pago por el descenso a segunda B y la carencia económica, el segundo año se
comenzaría pagando 367.000 euros y así progresivamente.
Como consecuencia de esto, varios
empleados del club desde que comenzó el año han perdido su empleo, caso del
jefe de prensa, comerciales, encargados del Carlos Belmonte o de la Ciudad
Deportiva o secretarias, en total unos 14 desde que comenzara la temporada en
agosto de 2011.
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