IRENE MAZO Empleada de la tienda Zara
Irene Mazo
Toledo es estudiante de diseño y moda en el Instituto Europeo de Diseño de
Madrid (IED). Ha trabajado
durante dos años como dependienta de la tienda de moda Zara del Centro
Comercial Príncipe Pío de Madrid, dedicada principalmente a atender en caja las
compras de los clientes, ordenar las prendas de ropa, y en ocasiones colaborar
con la decoración de los expositores de los escaparates. Irene que pretende dedicarse,
cuando finalice su carrera, al
mundo de la moda vio la opción de trabajar en Zara como una oportunidad para favorecer su formación profesional
y aprender de todo lo que pudiera, así como poner en práctica todos los
conocimientos adquiridos en sus estudios. Sin embargo pasados dos años decidió
dejar su trabajo de dependienta al ver que no se vieron valorados todos sus
esfuerzos y dedicaciones por desempeñar de manera correcta su trabajo, y el
ambiente laboral en el que se veía envuelta.
Pregunta: ¿Por qué
decidió trabajar en la tienda Zara?
Respuesta: Todo comenzó cuando
empecé mis estudios en el Instituto Europeo de Diseño de Madrid (IED). Durante
el primer curso de carrera los profesores insistían en lo importante que era
para los estudiantes estar formados a la hora de buscar un empleo en el futuro,
e hicieron especial hincapié en el peso que tiene haber sido empleado del Grupo
Inditex. He de decir que adoro mis estudios y el mundo de la moda, y que en ese
momento estaba dispuesta a todo por tal de aprender y beneficiarme con el paso
del tiempo.
P: ¿Cuánto tiempo ha
trabajado en Zara y cuál ha sido su experiencia?
R: He trabajado en Zara
durante dos años, durante los cuales he vivido todo tipo de experiencias, desde
el cansancio acumulado de doblar las prendas de ropa hasta situaciones muy
incomodas en las que he tenido que pillar a gente robando. Opino que después de
mi experiencia no se lo recomiendo a nadie, que pretenda formar su futuro en el
mundo de la moda, el trato que he recibido ha sido frío y no está pagado como
se merece. También he de añadir que Zara no valoró mi esfuerzo y dedicación en
el trabajo.
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Irene Mazo, empleada de Zara. /María Gersol López |
P: ¿Le ha llamado la
atención alguna conducta fuera del lugar en el trabajo?
R: He de decir
que sí, he visto con mis propios ojos algunas situaciones que hicieron que me
replantease en qué tipo de entorno me estaba envolviendo. A los pocos meses de
comenzar a trabajar en Zara presencié una disputa entre mi encargada y una dependienta
que llevaba trabajando en la tienda siete años, y que por el hecho de aparentar
más edad querían deshacerse de ella reduciéndole las horas laborables y
encargándole tareas de principiantes. Todo ello fue una estrategia para que la
dependienta abandonase su puesto de forma voluntaria y así ahorrarle a Zara el
finiquito. Posteriormente ésta denunció a la cadena de moda pero el juicio a
día de hoy no se ha celebrado.
P: ¿Cómo calificaría su
trabajo en Zara?
R: A parte de las horas
extra de trabajo no remuneradas que he tenido que hacer en mas de una ocasión, la
encargada de la tienda presionaba a los dependientes para que tuviesen cuidado
con las alarmas de las prendas y en prestar mucha atención a los posibles
ladrones. Era muy difícil y desquiciante asumir nuestras tareas de dependiente
y, a la vez, estar atentos de los posibles robos que se pudiesen cometer. Creo
que ese es el trabajo de los guardias de seguridad y no el nuestro.
P: ¿La encargada de la
tienda tenia conocimiento de su formación profesional?
R: Sí, de hecho mis
primeros meses en la tienda mi encargada conocía bien mis planes de futuro y mi
pasión por el mundo de la moda, pero aun así mi trabajo se limitó a doblar y
ordenar ropa, y cobrar en las cajas. Ella, la encargada, al conocer mi fuerte
me pedía todo tipo de ideas para la decoración del escaparate, ideas que me avalaban
pero que finalmente los meritos se los llevaba ella, lo cual me hizo sentirme
humillada.
P: ¿Qué opina sobre la
política de trabajo de Zara?
R: Pienso firmemente que
nos tratan a todos como simples trabajadores, y que no existe ningún tipo de
complicidad entre ellos; todo se resume en ordenar prendas, atender a los
clientes y cobrar a fin de mes. La cadena de moda intenta dar una imagen a los
compradores de una firma que se preocupa por llevar a las tiendas las prendas
que más se llevan, pero en realidad no se vive nada de eso en el trabajo.
En
el momento de seleccionar a los empleados, se opta por un perfil que encaje con
los cánones de belleza ideales. Lo que quiero decir con esto, es que el
verdadero propósito de Zara es vender y dar una imagen limpia y transparente
cuando no es así.
P: ¿Cómo fue la despedida?
R: Cuando finalizó
mi contrato y no quise alargarlo más.
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