ADA COLAU Portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en España
En febrero de 2009, Ada Colau, junto con un grupo de personas, creó la primera Plataforma de Afectados por la Hipoteca en la ciudad de Barcelona. Su objetivo desde un primer momento ha sido ayudar a uno de los colectivos que más está siendo afectado por el desplome del sector de la construcción en España, las familias víctimas de ejecuciones hipotecarias. En la actualidad esta plataforma cuenta ya con representación en nueve Comunidades Autónomas. Desde el año 2008 hasta el segundo cuatrimestre de 2011 se han llevado a cabo 140.485 ejecuciones hipotecarias. Según datos del Poder Judicial diariamente se ejecutan aproximadamente 240. Cataluña y Valencia son las más perjudicadas.
En febrero de 2009, Ada Colau, junto con un grupo de personas, creó la primera Plataforma de Afectados por la Hipoteca en la ciudad de Barcelona. Su objetivo desde un primer momento ha sido ayudar a uno de los colectivos que más está siendo afectado por el desplome del sector de la construcción en España, las familias víctimas de ejecuciones hipotecarias. En la actualidad esta plataforma cuenta ya con representación en nueve Comunidades Autónomas. Desde el año 2008 hasta el segundo cuatrimestre de 2011 se han llevado a cabo 140.485 ejecuciones hipotecarias. Según datos del Poder Judicial diariamente se ejecutan aproximadamente 240. Cataluña y Valencia son las más perjudicadas.
Manifestación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca contra los desahucios. Foto: Plataforma de Afectados por la Hipoteca
Pregunta. La gran mayoría de los desahucios que se producen en España se realizan en silencio, pero ¿cada vez son más los que salen a la luz?
Respuesta. Efectivamente, cuando nosotros comenzamos la campaña contra los desahucios en noviembre de 2010 mucha gente tenía miedo, vergüenza y vivía con fuertes sentimientos de culpabilidad. Sin embargo, el 15M ha marcado un punto de inflexión que ha permitido la creación de plataformas locales de afectados por la hipoteca y también han sido muchas las asambleas de barrio que nos han mostrado su apoyo. El 15M ha multiplicado las ganas de perder el miedo y ha contagiado un estado de solidaridad general. Se ha dejado de ver como un problema individual de fracaso de la propia persona y ahora se ve como un problema estructural de las entidades financieras, las cuáles están protegidas por una ley completamente perversa. Creemos que es justo y legítimo resistirse a esas órdenes de desahucio.
Respuesta. Efectivamente, cuando nosotros comenzamos la campaña contra los desahucios en noviembre de 2010 mucha gente tenía miedo, vergüenza y vivía con fuertes sentimientos de culpabilidad. Sin embargo, el 15M ha marcado un punto de inflexión que ha permitido la creación de plataformas locales de afectados por la hipoteca y también han sido muchas las asambleas de barrio que nos han mostrado su apoyo. El 15M ha multiplicado las ganas de perder el miedo y ha contagiado un estado de solidaridad general. Se ha dejado de ver como un problema individual de fracaso de la propia persona y ahora se ve como un problema estructural de las entidades financieras, las cuáles están protegidas por una ley completamente perversa. Creemos que es justo y legítimo resistirse a esas órdenes de desahucio.
P. ¿Cuáles son las principales reivindicaciones de esta plataforma?
R. Fundamentalmente son tres. La primera es la dación de pago con efecto retroactivo para que todas las familias afectadas queden liberadas y puedan volver a empezar, como ocurre en el resto de Europa. El derecho a una segunda oportunidad es un derecho básico. Que los bancos acumulen miles de pisos vacíos fruto de estas ejecuciones hipotecarias, al mismo tiempo que las familias se quedan en la calle no tiene ningún sentido, ni en términos de derechos humanos ni en términos económicos. Por suerte ya se están empezando a ver sentencias pioneras como las de la Audiencia de Navarra o de Girona, en las que realmente los jueces están reconociendo que la ley es injusta, aunque ahora lo que hace falta es cambiarla. En segundo lugar pedimos una moratoria de desahucios y la reconversión de las hipotecas en mora en un parque de alquiler social. La moratoria ICO fue una tomadura de pelo ya que se propuso como una ayuda para los trabajadores y en realidad fue una ayuda más a la banca. Y es que lo que el gobierno no dijo y la gente posteriormente descubrió cuando iba al banco es que era voluntaria para las entidades, con lo cuál la gente iba allí y aunque reuniera los requisitos, en la mayor parte de las ocasiones no se les concedía. Por último reivindicamos el acceso a una justicia gratuita, ya que es un derecho básico que la gente como mínimo esté informada acerca de cuál es el procedimiento a seguir y sepa los pocos márgenes de maniobra que existen aunque sea para ganar tiempo.
P. ¿Qué importancia cree que ha tenido el sector de la construcción en la economía española a lo largo de estos años?
R. Como peso específico y como motor desgraciadamente todavía demasiado. El problema es que el Estado español apostó por el enriquecimiento fácil y rápido del ladrillo conocido como el milagro español y lo que generó fue una burbuja inmobiliaria. Su estallido pone sobre la mesa la necesidad de un cambio de modelo productivo, es decir, no se puede estar haciendo siempre vivienda porque no hay demanda. España es uno de los países de Europa donde hay más vivienda vacía, se habla de 3 o 4 millones. Sin embargo, nuestro sistema democrático está dominado por una mecánica cortoplacista y electoralista. Los gobernantes no se atreven a afrontar el tema de raíz y apostar por un cambio de modelo productivo, sino que van alargando como pueden la agonía. Estamos más preocupados por buscarle salida al sector constructor y financiero en vez de hacer un cambio de modelo productivo.
P. ¿Cuáles cree que han sido las causas del pinchazo de la burbuja inmobiliaria?
R. En España desgraciadamente hubo empresas que inflaron esa burbuja y sacaron beneficios millonarios que ahora quién sabe donde están, si en paraísos fiscales o dónde. Pero sin lugar a dudas los responsables directos de la situación han sido dos. Por un lado las entidades bancarias, en la medida en que inflaron los precios con las tasaciones de la vivienda porque no existía un mercado crediticio y cuando estalló la burbuja se lavaron las manos y se quitaron responsabilidades. Pero no es sólo que no estén dejando de ganar con todo esto, sino que están haciendo más negocio todavía. Estos años con las hipotecas han estado lucrándose ingresando básicamente intereses, porque pocas hipotecas son las que han amortizado el capital. Hay un enriquecimiento injusto. De igual forma, las administraciones públicas deben velar por los derechos de los ciudadanos a nivel general, y ahí ha habido un fracaso absoluto. Se ha podido comprobar la desinformación sistemática e incluso el engaño. Desde el Ministerio de Vivienda todo eran incentivos para la compra y se decía que alquilar era tirar el dinero. Hay una desigualdad de las partes manifiestas, siendo las únicas perjudicadas las familias, que simplemente quisieron acceder a un bien de primera necesidad como es la vivienda.
P. ¿Se sienten parte del 15M?
R. Desde el primer momento. El 15M se convocó con un lema con el que nos identificábamos plenamente: “No somos mercancía en manos de banqueros y políticos”. Nos parecía que estaba hablando de nosotros.
P. ¿Cuáles son las previsiones de la PAH para un futuro?
R. Nosotros lo que tenemos muy claro es que el enemigo es muy poderoso y que las entidades financieras son seguramente el lobby con más poder que existe ahora en el Estado español, con lo cuál somos conscientes de que es difícil conseguir lo que nos hemos propuesto. Pero al mismo tiempo tenemos la fuerza de la legitimidad y de que somos mayoría. Dentro de poco hay elecciones y la semana pasada Rubalcaba dijo que incluiría la dación de pago en su programa, cosa que es significativa ya que hasta ahora el PSOE decía que era imposible. Desde luego hay que criticarle por el electoralismo que está haciendo, pero confirma que son conscientes de que el problema afecta a miles de personas. Si no se resuelve esta cuestión se va a crear una bolsa de malestar y de personas desahuciadas y excluidas de por vida del sistema, que puede ser potencialmente muy peligroso. Porque la gente para que no le embarguen va a trabajar en negro, con lo cuál esto tiene unas consecuencias sociales y económicas que si no se abordan va a ser peor para toda la sociedad en general.
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