“Los jóvenes españoles se sienten frustrados lo que podría conducir a un comportamiento antisocial cada vez mayor”

Mark Keese, Jefe de la División de Análisis y Política del Empleo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

Mark Keese
Foto: OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertó la pasada semana de que las previsiones para el desempleo y la economía española serán negativas y que la tasa de paro crecerá durante el año 2012. La institución coordina desde su fundación en 1960 las políticas económicas y sociales de los estados que se consideran más desarrollados, dado que representan el 80% del Producto Nacional Bruto del mundo y entre los que se incluye España. En este sentido, el economista australiano-germano, Mark Keese, expone en esta entrevista las causas y soluciones para el problema del paro español, la tasa más alta de la organización y, en especial, del desempleo juvenil, donde se hace más evidente la distancia porcentual con respecto al resto de miembros. En la actualidad, Keese es el encargado del estudio de las políticas laborales de la OCDE, en la que trabaja desde 1985.

Pregunta. ¿Cómo valoran la situación actual del desempleo juvenil en España?

Respuesta. El alto índice de desempleo juvenil es una catástrofe nacional. Los jóvenes no optan a buenas oportunidades de trabajo, se sienten frustrados y esto podría conducir a largo plazo a una pérdida de potencial productivo, así como un comportamiento antisocial cada vez mayor.

P. ¿Cuáles creen que son las causas tanto endémicas como coyunturales?

R. La gravedad de la crisis económica y financiera en España explica gran parte del aumento del desempleo juvenil. En particular, el estallido de la burbuja inmobiliaria y el colapso de la construcción afectan a la juventud (y a los inmigrantes), ya que conforman gran parte del sector. Una serie de factores estructurales han acentuado el impacto negativo de la crisis en el mercado de trabajo de los más jóvenes. España posee un mercado muy segmentado y con una alta proporción de mano de obra en empleos temporales precarios, muchos de los cuales están desempeñados por jóvenes. Este tipo de trabajos fueron los primeros que se vieron afectados durante la crisis.

P. Un 49% de la juventud española trabaja bajo un régimen de temporalidad y/o en condiciones precarios. ¿Es mejor en estos momentos un contrato temporal que un parado?

R. En algunos casos, un trabajo temporal puede resultar en un trabajo fijo, pero normalmente no conduce a más que a trabajos sin mucho futuro. Esto ocurre en lugares donde, al igual que en España, hay un mercado laboral doble o altamente segregado, con una amplia diferencia entre la protección otorgada a los trabajadores con trabajo fijo en comparación con aquellos con trabajos temporales. Por otra parte, tomando como ejemplo la experiencia de España y de la OCDE, los trabajos temporales son altamente vulnerables a los cambios económicos negativos, así como los primeros en desaparecer.

P. Según los datos ofrecidos por la organización en 2010, cerca de un cuarto de los jóvenes españoles ni trabajaba ni estudiaba. ¿Se debe a un problema de inserción laboral?

R. Aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan merecen una especial preocupación, ya que se enfrentan a un alto riesgo de desventaja persistente en el mercado laboral. En el primer trimestre de 2011, este grupo representó al 17,6% de los jóvenes españoles, situando a España en el tercer puesto, después de Turquía, México y Grecia.

Si bien la crisis y el elevado desempleo juvenil son, en cierta medida, responsables de esta elevada cifra, también hay una serie de problemas subyacentes a los que España se enfrenta con el fin de promover una transición suave entre la escuela y el trabajo. Algunos de estos retos son comunes a muchos otros países de la OCDE.

P. ¿Es la formación y la educación la principal solución al problema, como proponen desde la organización, o son necesarias reformas en la legislación laboral?

R. En primer lugar, se requiere un mayor esfuerzo desde una temprana edad para que los niños no abandonen el colegio. En segundo lugar, se requieren mejores medidas para fortalecer la educación y la formación profesional, evitando un enfoque centrado en la educación universitaria y en los estudios académicos. Por último, es necesaria una mejora de las destrezas que los jóvenes adquieren en la escuela y de las exigidas en el mercado de trabajo.

P. España dobla la tasa de paro de la organización en los niveles de mayor formación. ¿Es inevitable que se produzca una “fuga de cerebros”?

R. Una restauración en la creación de empleo es la mejor forma de preservar el talento de los jóvenes en España. La emigración temporal durante un breve período podría ofrecer a los jóvenes españoles la oportunidad de adquirir valiosas destrezas mediante la formación o el empleo en otros países.

P. ¿Consideran efectivas las medidas aprobadas en esta materia por los sucesivos gobiernos españoles?

R. Desde septiembre del 2010, España ha llevado a cabo una serie de reformas que han favorecido la creación de trabajo y han eliminado la rigidez del mercado laboral. Estas reformas incluían subsidios de empleo para los menos favorecidos, medidas para mejorar la asistencia de búsqueda de empleo y justificación de los despidos. Sin embargo, el país debería replantearse el equilibrio que hay entre la protección laboral de los que cuentan con trabajo fijo y la de aquellos con trabajos temporales.

P. España se encuentra a la cola de los países de la OCDE. ¿Qué consejos deberá escuchar del resto?

R. El propio país podría fomentar la asistencia social o los efectos del carrusel de períodos cortos de trabajo intercalados con períodos de prestaciones por desempleo. Este proceso debe ir acompañado de mayores incentivos para que se ofrezcan servicios de alta calidad de trabajo, así como una mejor conducta para la contratación de algunos de estos servicios. Varios países miembros de la OCDE (Australia, Francia, Países Bajos y el Reino Unido) siguen este sistema.

P. ¿Qué medidas urgentes consideran que se deberían impulsar en esta materia?

R. Es muy importante combatir el trabajo informal y garantizar que las prestaciones por desempleo no se concederán a aquellos que están trabajando de esta manera. Por supuesto, también se debe persistir en la consolidación fiscal, con el fin de recuperar un crecimiento económico sostenible. Esto contribuirá a reducir los costos de la deuda española y a restaurar la confianza del consumidor y de las empresas.

P. Los empresarios españoles exigen que se flexibilice el marco laboral. ¿Es necesario incentivar al empresariado para estimular la contratación?

R. Sería conveniente que España considerase la posibilidad de que es más sencillo para las empresas optar por contratos regionales y sectoriales, ya que permitiría a las compañías aplicar períodos más largos de prueba para los contratos indefinidos y aumentaría los incentivos para contratar a trabajadores jóvenes y sin experiencia en puestos de trabajo fijo. También sería necesaria una mayor activación de los desempleados (incluida la obligación de buscar trabajo de forma activa y aceptar ofertas de empleo o de formación), especialmente contando con un sistema español que se muestra generoso en cuanto a prestaciones por desempleo.

P. ¿Traerá consecuencias negativas en el futuro o se trata de un problema tan solo del presente?

R. Las reformas que España ha llevado a cabo últimamente deberían asegurar que habrá más empleo una vez recuperado el país, pero habrá que evitar la profunda segmentación del mercado de trabajo de las décadas anteriores.

P. ¿Qué previsión hacen para los próximos años?

R. El futuro de los jóvenes de España no sólo depende de las reformas estructurales en el mercado laboral y en el sistema de educación y formación, sino que dependerá del éxito de España y de otros países europeos en la restauración de un crecimiento económico sostenible y en la nueva creación de trabajos.


Entrevista original en inglés
Traducción: Area Alonso Ovalle

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