El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha invertido más de 30 millones de euros en campañas publicitarias en los últimos 25 años para proteger las tallas mínimas de los pescados.
El Jefe de Servicio del Fondo de Regulación y Organización del Mercado de los Productos de la Pesca y Cultivos Marinos (FROM), Gabriel Ocaña, manifiesta que "una de las tareas más destacadas se realizó en el año 1983, con la creación de la primera campaña de consumo responsable de productos pesqueros y que tenía como eslogan 'Pezqueñines, no gracias, debes dejarlos crecer'". Ocaña explicó que "este anuncio tuvo gran repercusión popular y sufrió grandes modificaciones hasta 1997,año en el que se cambio la estrategia de comunicación utilizando el mensaje 'respeta el ciclo de la vida en el mar', para hacer una referencia más directa al tema de sostenibilidad de los recursos pesqueros".
"Por tanto, desde el conocido 'Pezqueñines, no gracias' hasta la línea actual, que compara objetos de la vida cotidiana con los tamaños mínimos de las especies pesqueras más comercializadas, han pasado más de 25 años, y con un importe tan alto, como es el de 30 millones de euros", finalizó Ocaña. El objetivo ha sido crear una conciencia en la opinión pública española sobre la importancia que tiene el respeto de las tallas reglamentarias de comercialización y venta de las distintas especies pesqueras en la gestión racional de las pesquerías y poder así hacer pervivir la actividad en el tiempo.
Según el director creativo de la agencia “Estrategias Creativas SA”, Miguel de María, creador de la última campaña realizada por el citado Organismo Autónomo, cree que “la única manera de explicar la talla mínima para el consumo de un boquerón, es compararlo con un objeto de uso cotidiano, en este caso, con un billete de 5 euros” y explica “un boquerón es pezqueñín cuando es inferior a 9 cm, como un billete de 5 euros”. A su vez, informa y habla sobre la rapidez con la que se recuerda ese primer anuncio de pezqueñines. “No sólo ha sido una campaña notoria sino que su mensaje constituyó uno de los primeros aldabonazos medioambientales que se recuerdan”, concluyó.
En esta última campaña, se decidió que comparar objetos de la vida cotidiana con tamaños de las especies pesqueras se conseguiría tener una pauta sencilla de recuerdo de las mismas. Hay que tener en cuenta, que la divulgación de las tallas de las distintas especies pesqueras es una labor complicada por los distintos tamaños legales en función de la zona de litoral español donde se capturan.
La administración no sólo gasta dinero en publicidad para atajar el problema de la captura y consumo legal de pescados con talla inferior a la reglamentaria.”Hemos llevado a cabo convenios con las Comunidades Autónomas y La Guardia Civil para realizar controles de carreteras de los camiones que transportan la pesca ilegal a los puntos de venta y también disponemos de patrullas en el mar para realizar inspecciones abordo”, destacó el inspector de pesca de la Secretaría General del Mar, José Navarro. “El consumidor debe saber, que generalmente, este pescado ilegal intenta escapar los controles sanitarios, por lo que no se puede garantizar que son correctos para su consumo”.
Por este tipo de controles e inspecciones se logra requisar al año muchos kilos de pescado ilegal como el que se produjo el pasado mes de junio cuando el gobierno sancionó con 2.301 euros a un patrón de un barco pesquero del Grau (Castellón) por pescar especies que no alcanzaban la talla mínima exigida.
El Fondo de Regulación y Organización del Mercado de los Productos de la Pesca y Cultivos Marinos (FROM) realizó, durante esos años, numerosas campañas mediáticas en televisión, radio y prensa, y acciones promocionales en lonjas pesqueras, mercados municipales, zonas costeras y playas donde invertían distintos importes con el objetivo de informar a la población sobre las medidas reglamentarias y evitar así el consumo de “Pezqueñines”.
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