Las fiestas taurinas en Torrejón de Ardoz es algo que de
unos años aquí viene siendo de principal importancia en la Comunidad de Madrid,
aunque no todo el mundo piensa lo mismo.
Como en cualquier ciudad el debate está servido, pero bien es verdad que a pesar
de todo esto los eventos taurinos tienen un gran éxito en la localidad.
Torrejón de Ardoz celebra todos los años una cena taurina en donde se invitan a
las figuras más representativas del toreo, al igual que a las autoridades
políticas. En este evento siempre se premia la trayectoria de un torero. Este año se ha concedido este
premio al matador de 63 años y actual comentarista en el programa “Toros para
todos” de Canal Sur, Francisco Ruíz Miguel que agradeció a los asistentes el premio y recordó a los toreros jóvenes
allí presentes el gran esfuerzo que conlleva ser matador si se quiere llegar a
lo más alto.
En esta cena es normal galardonar a alguien representativo
para el pueblo, pero que haya colaborado con el fomento del mundo taurino. Así este
año como algo especial se ha premiado al artista
José Luis Fernández, autor de los trofeos, y también conocido por ser el
responsable de las “estatuillas” de los Premios Goya del cine español, además
de varias esculturas que adornan las calles de Torrejón desde hace un par de
años.
En otras ocasiones hemos podido ver subido al escenario al
alcalde de la ciudad, Pedro Rollán, como sucedió en el certamen de 2010 en
donde afirmó que “durante años se había afirmado que Torrejón no tenía afición taurina, pero durante la presente
legislatura hemos demostrado que eso no es cierto, que gracias a la calidad de
los carteles y la política de precios populares se ha tenido que renumerar la
plaza pasando de 5.100 a
5.800 localidades”.
Casualmente ese mismo año los torrejoneros vieron mermadas sus fiestas populares hasta el
punto de no tener fuegos artificiales para cerrar los festejos. Además se
encarecieron los tickets para las atracciones infantiles y redujeron el número
de casetas. Esto afectó directamente a aquellas peñas pequeñas que no tienen
ayudas oficiales y que los pocos ingresos que tenían era la caja que hacían en
las fiestas, ya que quedaron sin caseta. Pero en ningún caso se redujo el caché de las corridas taurinas.
A pesar de todo este recorte las movilizaciones que comenzaron
en las redes sociales en forma de protesta contra estos festejos taurinos no
llegaron a buen puerto. Bajo el lema que promovían “estas medidas fomentan el
descontento y la desigualdad para los niños, jóvenes y ancianos” nadie se concentró en la puerta de la plaza
de toros y todo quedó en un grito ahogado en una ciudad con ansias de fiestas. Quizás
en esas fechas nadie se había concienciado de la tempestad que abatiría el país
años más tarde. 
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