La Faena II: Una sala de conciertos diferente


La crisis que afecta a España desde el año 2008, ha dejado una gran sangría a su paso. Cientos personas han perdido sus empleos, y cientos de negocios han tenido que cerrar sus puertas. El mundo de la música no ha sido una excepción, sobre todo si se trata de la que va dirigida a un público minoritario. Algunas salas de conciertos de la capital tuvieron que cerrarse hace ya varios años, como el caso de la sala ‘Dolce’ del madrileño distrito de Alonso Martínez. Otras van tirando poco a poco. Sin embargo, hay algunas que funcionan de maravilla cuando el motivo económico es el último de una larga lista de propósitos. 
Logotipo de 'La Faena II'
Es el caso de ‘La Faena II’, una sala de conciertos cuyo principal objetivo es crear un lugar donde músicos, promotores y oyentes puedan disfrutar de la música en directo. Es un proyecto autogestionado que abre sus puertas a artistas de todo el mundo, donde el ánimo de lucro es algo secundario, pero que aún así no sólo sigue adelante, sino que además lo hace con excelentes resultados.

El proyecto que nació en abril del año 2009 llevaba como nombre ‘La Faena’ y estaba situado en la calle Mochuelo de Madrid. Sin embargo, tras algunas quejas de los vecinos, en junio de 2010 los organizadores tuvieron que hacer un pequeño parón, hasta que encontraran el lugar perfecto para desarrollar su idea plenamente. Y ese espacio apareció mitad de un polígono industrial del barrio de Suances en la capital. Lo que hasta entonces había sido una iglesia evangélica dio paso a un escenario donde artistas venidos de todos los rincones de planeta han hecho las delicias de organizadores y asistentes.

Javier Ortiz, uno de los creadores de ‘La Faena II’ deja clara la filosofía del proyecto: “ En primer lugar, nos gusta dar la oportunidad a aquellos grupos que intentan hacerse un hueco dentro del panorama musical madrileño, y poder disfrutar de grupos de fuera de España es algo fantástico”.

La sala se alquila a grupos y promotores por el simbólico precio de 25 euros por noche. Los beneficios que da la bebida que se consume dentro del local también son para Ortiz y sus socios. Sin embargo, lejos de los precios de las salas de conciertos del centro de la capital, en La Faena II, las consumiciones cuestan un euro, además como se trata de un club privado, no de una sala de conciertos dentro del recinto se puede fumar.

El promotor madrileño, Alex Nooirax organiza un gran número de conciertos anuales en la capital. Muy conocido dentro del rock underground nacional, Nooirax es bastante asiduo a montar bolos en La Faena II. “A la gente le gusta el ambiente que hay. Es un sitio muy íntimo donde hay una relación directa con el artista y el público. Además si le sumas que la bebida es barata y la gente puede fumar, tienes la combinación perfecta”, sentencia.




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