Los arquitectos y
aparejadores son uno de los colectivos del sector de la construcción más
castigados por el desempleo
Desde 2006, año en el
que el sector de la construcción se encontraba en su momento de mayor auge
hasta el pasado año, la lista de demandantes parados que solicitan empleo en las ocupaciones de arquitecto y aparejador no ha cesado de crecer. Según las cifras por ocupación, excluyendo aquellos que buscan su primer empleo y los que procedían de otros sectores, en el caso de los arquitectos el
número de desempleados inscritos ha pasado de 115 a 972 desde finales de 2006 a finales de 2010, y en
el de los arquitectos técnicos de 357
a 4.898 en idéntico periodo de referencia, según los
datos facilitados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Arquitecto técnico Pedro Aranda. Foto: Marta Ruiz
Muchos de estos profesionales tienen una trayectoria laboral con logros y experiencia en el
gremio, pero eso no ha sido suficiente para mantener su empleo. Es el caso del arquitecto técnico
Pedro Aranda con 25 años de trabajo en su
curriculum. Cuando comenzaba a despuntar la crisis económica, la empresa
soriana en la que trabajaba, Aljama Vías y Obras S.L., le despidió junto con algunos de sus compañeros. "Me sentí víctima de la especulación porque
el trabajo que desarrollaba en la empresa tampoco dejaba muy claro que la compañía fuera mal y que acumulara pérdidas”, comenta.
Como él existen otros
casos que ratifican lo que dicen las estadísticas. Según la técnico superior
del Observatorio de las Ocupaciones del SEPE en Soria, María del Mar Ruiz
Zapatero, “se trata de una de las profesiones que más se ha dañado dentro del
sector de la construcción”. Además, apunta que “los datos no parecen mejorar de
momento”, puesto que el número de arquitectos en paro en España a 31 de agosto
de 2011 se sitúa en 1.174, cifra mayor que la registrada a 31 de diciembre de
2010 y ya señalada anteriormente. Lo mismo ocurre con los datos relativos a arquitectos
técnicos, que a 31 de agosto actual son 5.510 los parados que demandan empleo
en esta ocupación.
Existen otros casos como el arquitecto
Francisco Javier Ceña, quien a pesar de no haber perdido
su empleo califica esta situación de “muy preocupante”. Asegura que en el caso
de la capital soriana, ciudad en la que trabaja, las obras oficiales y públicas
ahora mismo están a cero y que no se da ningún tipo de concurso ni de
adjudicación. “Empecé a notar que algo iba mal desde el verano de 2007 cuando
todos los proyectos que se iban a poner en marcha se frenaron”, explica. Según
este profesional “la causa fundamental” de este pinchazo en la burbuja
inmobiliaria ha sido "el excesivo valor de la vivienda, que ha estado motivado a
su vez por el elevado coste de los suelos y del metro cuadrado construido". Sin
embargo, asegura que en estos momentos los precios en edificación no puede caer
más, “las casas son un 30% más baratas de lo que costaban hace cuatro años”,
subraya.
Esta subida de las cifras del
paro justifica la bajada en el número de contrataciones de estos profesionales.
Tal y como figura en las estadísticas, la variación en los contratos registrados
de 2006 a
2010 a
los arquitectos ha experimentado un descenso del 56%, mientras que la de los
aparejadores lo ha hecho entorno al 50%. Según la técnico María del Mar Ruiz “hablamos
de un sector que ha generado mucha mano de obra y económicamente ha movido
mucho”. A estas declaraciones Pedro Aranda añade que “ha sido el sostén y el
motor de todo. Nuestra economía se tendría que haber diversificado más”.
Se trata de un desplome
en el sector de la construcción que en palabras de este arquitecto técnico “ha
afectado especialmente a la ejecución de proyectos”. Y es que cuando se habla
de una caída de la construcción y de sus efectos laborales se suele pensar únicamente
en aquellos trabajadores a pie de obra, aunque la situación es muy distinta. “Ha
repercutido en el movimiento general del sector constructivo. Los que estamos
en obra indirecta también nos hemos quedamos resentidos”, explica. Por su
parte, Francisco Javier Ceña cree que la masificación en las escuelas y de la
profesión en general ha tenido mucho que ver: “Cuando yo estudiaba había dos
escuelas de arquitectura en España y ahora son más de 60” .
A pesar de las dificultades tanto
Pedro Aranda como Francisco Javier Ceña intentan mirar al frente con esperanza.
El primero lo hace como profesional liberal y el segundo como arquitecto en un
estudio junto con el resto de su equipo. Ambos aseguran estar capeando la
crisis “como pueden”, aunque la situación no es la que desearían pues hay meses
en los que no tienen ningún proyecto entre manos.
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