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Valeriano Gómez Foto: Socialistes Valencians |
La
norma recogida en el Decreto-ley 10/2011 fue aprobada el 15 de
septiembre por el Congreso de los Diputados para, en palabras del
ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, estimular la contratación y
paliar los efectos del paro que afecta a casi el 46% de los jóvenes
menores de 25 años. Sin embargo, las fuerzas sindicales se mostraron
radicalmente en contra de la reforma porque estiman que se tratan de
“medidas liberales y antieconómicas que penalizan el empleo”, lo
que dificultará más la inserción laboral y relegará a la juventud
a “contratos de esclavitud”, sentenció Velasco.
Asimismo,
CCOO y UGT afirmaron que la nueva ley no combatirá sino que aumentará
la temporalidad y la precaridad, las dos grandes deficiencias del
marco laboral juvenil, mientras que se mostraron excépticos de que
vaya a reducirse con ella la tasa de desempleo juvenil. “La
temporalidad era la norma por lo que la situación va a empeorar y el
paradigma de la precaridad avanzará hacia el contrato único”,
manifestó Doreste, que tildó el hecho como un guiño a la propuesta
realizada en Gran Canaria por el Partido Popular. En este sentido, la
temporalidad afectó en el último trimestre al 49% de los jóvenes
entre los 16 y 30 años como muestran los datos ofrecidos por el
Instituto Nacional de Estadística (INE).
Aunque
las cifras muestran que desde el comienzo de la crisis en 2008 la
temporalidad ha caído, Doreste confirmó que se trata de una “falsa
percepción” dado que el descenso constrasta con el aumento de la
tasa de desempleo. “El empleo se ha destruido por la temporalidad
debido a que los empresarios trataban de huir de la ley”, resolvió
el adjunto de CCOO. Además, concluyó que el contrato de formación
recogido en el Decreto-ley hace “una apuesta pobre de
recualificación de la gente con bajo nivel de formación” que son
los verdaderos destinatarios de la reforma.
Por
otro lado, ambas organizaciones acusaron al Gobierno de tomar la
decisión de manera unilateral, dejando a un lado las negociaciones
en materia laboral que venían realizándose desde el Acuerdo
Económico y Social. También se mostraron reacios frente a la disposición del futuro gobierno, sea cual sea su color, de dar marcha atrás en este materia.
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