ETA no está derrotada. Prueba de ello es la reciente detención en Francia
Juan, aburrido de ver comer a sus ovejas decidió gastar una broma y, sin
pensarlo gritó: ¡Socorro, el lobo, socorro! Cuando los vecinos alarmados por
los gritos llegaron no había lobo alguno. Juan, se moría de risa. Así que,
volvió a repetir su parodia. Al acercarse los vecinos, vieron que era una nueva
treta de Juan para divertirse. Un día, el lobo apareció. Juan pidió auxilio
pero nadie fue a socorrerlo. Ya saben, al que acostumbra a mentir, nadie lo
cree cuando dice la verdad. El pasado 20 de octubre, ETA comunicaba a través de
la BBC a la tres de la tarde y del diario Gara a las seis, un cese definitivo
de su actividad armada. Pocos suspiraron aliviados, sólo aquellos que nunca
habían acudido a la llamada de socorro de Juan.
Y no es para menos. El mismo día que ETA comunicaba el cese definitivo de su actividad armada, se detenían en la ciudad francesa de Grenoble a dos etarras que regresaban de Italia. De esta manera Francia puso en alerta a Italia, que les siguió la pista y descubrió indicios de un nuevo rearme, además de documentos falsos. Así lo confirmaron fuentes de defensa para la OTAN, además de fuentes de información españolas. Lo saben y callan. Nadie se atreve a contradecir lo que parece el paso más importante en 50 años, nadie se atreve a enfrentarse a una comunidad internacional que respalda el avance en materia antiterrorista, nadie quiere enturbiar un optimismo exacerbado. Aunque son muchos también, los escépticos.
El pasado martes comenzaron en Zaragoza las jornadas Secuestros y toma de rehenes por parte degrupos terroristas, dirigidas por el profesor de Ciencia Política de la
universidad Rey Juan Carlos, Rogelio Alonso. Y fue precisamente éste, él que
manifestó el “alivio” del comunicado de ETA, pero no sin advertir que “todavía
sigue siendo una amenaza. ETA no ha desaparecido, no ha renunciado ni a sus
objetivos ni a la negociación.”
No fue el único que habló en esta
línea. El excsecretario de Presidencia durante el gobierno de Aznar, Javier
Zarzalejos, quisó reseñar que ETA no había cambiado el fondo sino la forma: “han
cambiado su estrategia, porque las circunstancias le eran muy desfavorables.
ETA no hará nada por virtud, sino por necesidad. ETA sólo está derrotada en el
sentido en el que no va a prevalecer sobre la democracia española.”
Apoyaba estas palabras el catedrático de Ciencia Política de la
Universidad del País Vasco, Francisco Llera: “Estamos en el final, pero muerto
el perro no se acabó la rabia. Lo más difícil (no para las víctimas sino para
lo sociedad, quiso puntualizar), es lo que viene ahora”.
Las víctimas, esos vecinos de Juan,
que acudieron durante 50 años a la llamada de socorro: las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, los muertos, las familias de éstos. Para ellos también
hubo palabras. Un mensaje halagador de fuerza y ánimo: “Para perdonar, te
tienen que pedir perdón, la banda terrorista no ha pedido perdón, de manera que
las víctimas no pueden decir ‘venga sí, te perdono’”, señaló en una firme
ironía el catedrático de psicología clínica de la Universidad del País Vasco,
Enrique Echeburúa.
El seminario, contó con la presencia en su gran mayoría, de las FCSE y
de miembros de Inteligenica y nadie allí presente obviaba el papel tan
importante que habían desempeñado durante estos años. Así lo recalcó la
presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa: “Gracias
por vuestro trabajo, gracias en nombre de todas las víctimas”, durante la
clausura del mismo.
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