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Los Quintos de Hoyocasero comienzan a preparar los festejos

Los nueve jóvenes de la localidad abulense nacidos en 1994, es decir, que el próximo año cumplen la mayoría de edad, se están organizando para llevar a cabo sus Quintos. Los festejos están previstos para el fin de semana de Carnaval. El principal problema es la falta de tiempo ya que otros años los preparativos se comenzaron “a mediados de julio" por la necesidad de coordinación entre los miembros y la necesidad de "movilizarse para recaudar el máximo dinero posible”, según el Quinto del año pasado, Jorge Martín.


Que el grupo comience a organizar la fiesta asegura la continuidad de la tradición que según una de las futuras Quintas, Alejandra González, “ha estado a punto de no hacerse por la falta de interés” de los propios jóvenes. Finalmente el pasado tres de octubre, uno de ellos, Alejandro Martín, colgó una foto a la red social Tuenti, en la que se han ido dando detalles de los preparativos y de la organización. Por el momento de los nueve mozos, cinco son fijos que asistan. Según la coordinadora de este evento, Alejandra González, "cada uno de los Quintos ingresará 50 euros en una cuenta desde la que se irá gestionando el dinero" ya que, según Jorge Martín, se puede llegar a manejar, “si todo va bien, en torno a 2.000 o 2.500 euro”. Que el dinero se ingrese en una cuenta es "algo novedoso" ya que “otros años los Quintos se daban el dinero en mano ya que se veían más en el pueblo”, afirmaba Alejandra González. 

Escudo Quintos 2012/ Fuente: Alejandro Martín
El grupo encargado de la festividad, según Alejandra, tiene pensado para recaudar fondos “hacer porras en los bares que tengan premios, vender mecheros y vender el lote de leña” que les de el consistorio. Otro de las gestiones es alquilar la  casa rural del Médico que por "estar en la plaza del pueblo y porque los Quintos la llevan alquilando tres años" será según de los jóvenes que será Quinto, Alejandro Martín, el lugar donde los jóvenes se reúnan. En su financiación colaborará el Ayuntamiento , según el Teniente Alcalde, José Luis de la Fuente, “con una ayuda de 100 euros”. Tanto con la aportación económica, como con el lote de leña, la alcaldía “procura mantener esta tradición para que los adolescentes sigan acudiendo al pueblo y además con estos festejos se vean beneficiados los negocios del pueblo".

La tradición viene de muy lejos, la palabra fue originada a raíz de la obligación de realizar el servicio militar que se acuñó durante el reinado de Juan II de Castilla. En concreto en Hoyocasero, la forma de celebrarlos ha variado. Según uno de los Quintos de 1974, Jesús Díaz, “antes se hacían con 20 años ya que esa era la edad en la que se entraba en el sorteo para ir a la mili” ahora es a los 18 porque la edad para acceder al servicio militar fue bajando. Otra de las cosas que también han cambiado es que antes "solo eran Quintos los hombres" y  en la actualidad también participando las mujeres. En cuanto a festejos, los jóvenes locales conseguían una casa y durante todo el año se invitaba a comida y bebida a todo el pueblo. Los alimentos los conseguían porque “iban cantando por las casa”, a cambio de pastas y embutidos. Los veinteañeros “solo pagaban el vino” afirma Jesús. La época del año de más celebración era invierno “ya que era la época de menor trabajo”, durante la misma se quemaba el lote de leña que les daba el Ayuntamiento. Durante esta estación, en Carnaval los Quintos junto a sus acompañantes “normalmente alguna hermana o prima” llegaban a las eras de las afuera de la localidad, llamadas  las “Eras de la Ruiz”, donde los hombres corrían los gallos, es decir, a lomos de burros o caballos los jóvenes pasaban por debajo de un larguero del que colgaban gallos atados por las patas y los hombres debían arrancar los máximos posibles. Esta práctica se dejó de realizar hace 14 años por a la crueldad del espectáculo. Más tarde eran “las acompañantes, vestidas con el traje regional de serranas, las que toreaban a una vaquilla de mentira, hecha con una escalera, en la plaza del pueblo”, esto también se dejó de hacer.

Para una de las futuras Quintas, Alejandra González, esta tradición significa que “cumples los 18 años, por lo que se pasa de una a otra etapa de la vida”. En estos meses tendrán que “hacerse responsables para que el último fin de semana de febrero este todo a punto para corresponder a la gente que les acompañe en su festividad, también deberán estar al tanto de todas las quejas y malos ambientes que se puedan producir durante los tres días”, según Jorge Martín. A pesar de todo ello, la población que ya ha pasado por ese trance coincide, al igual que Isabel Martín, Quinta del 2010, en que “es una buena escusa para que no solo los jóvenes sino, todo el pueblo se junte esos días”.

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