![]() |
Autor: La Mordaza Teatro |
En el teatro,
como en la vida, hay que sobrevivir. Así lo hace cada día la compañía de teatro
La Mordaza que nació en el invierno de 2010 gracias a la ilusión de sus cuatro
componentes: Sara González, Sergio Cabanillas, Javier Martín y Maria José Pazos. Esta última, directora de la compañía, explica como juntos han sabido sacar una
compañía adelante partiendo de cero, algo que parece difícil en los tiempos de
crisis en los que estamos inmersos. Su última obra, la adaptación del texto de
Dorfman La Muerte y la Doncella,
tendrá su última representación este domingo en la sala Nudo Teatro de Madrid.
Pregunta.
¿Cómo surgió La Mordaza Teatro?
Respuesta. La
Mordaza Teatro surge una soleada mañana de invierno después de hablar sus integrantes de la
necesidad de hacer teatro. Esto parece un poco pretencioso, pero es cierto que
si amas este oficio, tienes realmente necesidad de poner en marcha todos los
recursos a tu alcance para sumergirte en un proyecto escénico. Y a partir del maravilloso texto de Dorfman
nos pusimos manos a la obra.
P. El nombre, "La Mordaza"... ¿es
porque tienen muchas bocas que tapar o porque ustedes se han quitado la que
llevaban?
R. El nombre tiene su
parte anecdótica. Establecimos que cada uno de nosotros llevaría una lista de
diez nombres y que entre todos votábamos el más adecuado. Después de pasarnos
una tarde dando vueltas finalmente nos
quedamos con él. En parte por eso que apuntas, creemos que hay demasiadas
“mordazas” a muchos niveles, dificultades, excesos de burocracia y poco apoyo a
iniciativas de creación. Además, La Muerte y la Doncella habla de mordazas físicas
y psicológicas. Eso nos terminó de convencer.
P. Son
una compañía joven, un año más o menos, ¿qué balance hacen de este primer año
de vida?
R. El resultado obtenido como la Mordaza en este
breve espacio de tiempo ha superado nuestras expectativas con creces. Nos han
programado en dos salas y hemos podido mostrar nuestro trabajo, que ya es mucho
tal y como está el panorama. Además estamos preparando otro montaje que ya tenemos muy avanzado que esperamos estrenar a principios de año
P. Han nacido en
época de crisis, que dicen que son las más creativas. ¿Qué queda por inventar
en teatro?
R. Coincido en lo que dices que en época de crisis la
creatividad se pone en danza. No queda más remedio. Opino que la estabilidad,
la seguridad y lo previsible ha pasado a mejor vida. Creo que el camino es “inventarse”, apostar y creer en uno mismo, arriesgar y ya
que estamos, intentar cumplir los sueños a pesar de las dificultades.
P. ¿Qué es lo más duro de dedicarse al teatro?
R. Lo más duro de dedicarse al teatro es dedicarse al
teatro. Todo el proceso es complejo. En una puesta en escena entran en juego
diversidad de códigos y signos distintos que hay que articular para que la cosa
funcione como un reloj. Pero a la vez es lo más apasionante que conozco. A
partir de un texto empieza todo a cobrar una vida artificial y verdadera a la
vez. Es algo maravilloso.
P. ¿A la hora de estrenar en un teatro son muchas las
trabas que les ponen?
R. Depende
del espacio y del formato de tu propuesta. En los últimos tiempos han surgido
las llamadas microsalas que son las más receptivas a la hora de programar
formatos pequeños con pocos actores y escenografía básica como por ejemplo Nudo
Teatro o La Usina. Las salas también tienen su criterio a la hora de programar
y determinados montajes no encajan en esos espacios.
P. Su última obra La
muerte y la doncella, ¿está teniendo mucha aceptación entre el público?
R. Pensamos está teniendo aceptación. La gente ha
destacado el trabajo de los actores, que es impresionante, la verdad, y el
ambiente angustioso del espacio escénico. El tema es duro. Una mujer torturada
durante la dictadura se reencuentra con su torturador años después y por casualidad en su propia casa. El
suspense está asegurado y la gente se engancha a la historia rápidamente. Nos
han felicitado por el trabajo y estamos satisfechos.
P. Y para terminar, ¿qué le recomiendan a la gente que
empieza en el mundo del teatro?
R. El
teatro se parece mucho al sector de la construcción. Hay que subir cubos de cemento, mezclar arena,
pintar. Igualmente el que se dedica al teatro debe hacer todo esto, a otro
nivel evidentemente. No pensar nunca en el dinero, ni en el prestigio, ni en el
éxito, estar dispuesto a arriesgar, tener infinita paciencia, creer en uno
mismo, rodearse de buena gente, ir al teatro todo lo que se pueda, leer como
ratón de biblioteca, no dejar de formarse nunca. Y no dejar de intentarlo.
Virginia García Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario