El jueves día 17 de noviembre, desde la madrileña plaza de Neptuno, parte una manifestación en favor de la educación pública y contra los recortes en este sector. Organizada por el colectivo de profesores, Marea Verde, y el de estudiantes, Toma la Facultad, pretende concienciar a la población sobre el peligro de la desaparición de la educación. Julia Cámara, estudiante de Historia en la Universidad Complutense de Madrid y portavoz del colectivo estudiantil, desgrana la Estrategia Universitaria 2015 (EU 2015) y las consecuencias que trae.
Pregunta: ¿Cómo y cuando surgió
la iniciativa Toma la Facultad?
Respuesta: Es una iniciativa que se plantéa
en mayo en el grupo de universidades de Sol, que era un grupo de trabajo
dentro de la comisión de educación, pero surge como
embrión para comenzar en septiembre. Sin embargo no es hasta
mediados de octubre cuando se lanza la inciativa de toma la facultad.
Pregunta: Vosotros defendéis que existe una
desrregulación constante de la educación pública,
la LOGSE, la LOU o el Plan Bolonia (EEES). ¿En qué consiste el
último, el EU2015.?
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Fuente: www.tomalafacultad.net |
P: La EU 2015 empezó a impulsarse
en 2008. ¿Qué es lo que hace que surjan ahora las
manifestaciones?
R: Pasó lo mismo con Bolonia. Es
debido a la capacidad de reacción de la gente, es muy lenta en
referencia a los otros países, cuando en España el Plan
Bolonia entró en vigor en Francia ya lo habían quitado.
Sin embargo, con ella había una amenaza muy concreta, con la EU
2015 no pasa eso, hay cuadernillos de la OCDE que hablan del error
de implantación de Bolonia; con este último método
lo que pretenden es que las reformas entren de una forma lenta y
paulatina para que el cambio no sea brusco y se anule la capacidad de
reacción.
P: ¿Qué recortes importantes
se prevée entren en vigor en los próximos meses?
R: A nivel económico, el tipo de
financiación lo que analiza es el modo de conseguir más
dinero para la facultad. Lo que plantea es que ahora mismo la
universidad del Estado tiene un déficit públco y debe
mucho dinero, con lo cual propone alternativas para
conseguirlo. Por un lado la inversión privada y por otro las
tasas de matriculación, ni siquiera nombra la inversión
pública porque la subyuga a la privada, de modo que el Estado
invertirá prioritariamente donde se atraiga el capital de las
empresas. Es un peligro grande porque, aunque es un aliciente de
investigación, el drama es que solo se pueda investigar a las
áreas que interesen a las empresas.
P: ¿Se puede hablar entonces de un
desmembramiento de la educación pública en favor de los
intereses de las empresas con capital privado?
R: Exacto, con todo el riesgo que eso
implica, como por ejemplo las carreras de humanidades que se van al
garete a nivel de inversión, o también a las ciencias
puras que no tienen una aplicación tan pragmática como
la de las ingenierías. Las empresas lo que buscan son
rentabilidad económica a corto plazo, entonces se pueden
financiar investigaciones que se resuelvan pronto y no aquellas que
requieren un amplio espacio de tiempo, como por ejemplo las
investigaciones contra el cáncer.
P: ¿Por qué crees que se
recorta en Sanidad y Educación principalmente habiendo otras
partes de la administración deficitarias?
R: Principalmente porque la Sanidad y la
Educación son básicas, hay otros campos, que, aunque
generen deuda, no se puede garantizar que su función la cumpla
una empresa privada. La sanidad y la educación son derechos
universales que siempre van a disfrutar las personas, y si no las
ofrece el Estado van a aparecer en el sector privado, porque la
propia sociedad los demanda.
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