La saturación de la perrera de Plasencia imposibilita la recogida de más animales abandonados

Fuenlabrada, 16 de noviembre de 2011.- La Protectora de Animales de la localidad cacereña de Plasencia admitió ayer que debido al estado de saturación que sufre la perrera desde hace meses, ésta no puede acoger a más animales. Por su parte, el ayuntamiento del municipio dijo que no puede aportar ninguna solución hasta la fecha a esta complicada situación. El motivo que la Concejalía de Sanidad y Servicios Sociales argumentó es que es un problema que lleva tiempo sin resolver. “Somos conscientes de la difícil situación en la que se encuentra la perrera municipal, pero de momento no podemos aportar ninguna solución al respecto”, afirmó el concejal de Sanidad, Luis Pérez Escanilla.

Igualmente, Escanilla echó balones fuera y aludió la responsabilidad del estado de la protectora en manos del antiguo equipo de gobierno. ”Es un problema que está enquistado desde hace años en los que el anterior consistorio no ha dado ninguna solución y por eso, es complicado solventarlo inmediatamente”, añadió el edil. La protectora tiene capacidad para 60 animales y actualmente, se encuentra al límite.

                        Una voluntaria pasea a unos de los perros de la protectora. Foto: C. Pozas

La Protectora de Animales y Plantas de Plasencia es una asociación sin ánimo de lucro que lleva desde su creación en 1996 ayudando en la recogida de animales abandonados en la ciudad y sus proximidades. “La labor de esta entidad se centra sobre todo en la desparasitación de los perros, cuidados sanitarios como vacunaciones o curas y la implantación del microchip”, señaló la Presidenta de la Protectora, María Salud Mateos.

Además, la Presidenta afirmó que una de las soluciones que ayudarían a la descongestión de la perrera serían las adopciones u otras medidas para evitar el abandono como la implantación del microchip. Este sistema consiste en un diminuto circuito que se introduce a través de una aguja hipodérmica al animal lo que permite identificarlo y que sea perfectamente diferenciable. La perrera municipal ya ha introducido este sistema a todos los animales que entran en la protectora.

Por último, Mateos añadió que todos los animales que se encuentran en las instalaciones están en buen estado y que reciben los cuidados necesarios pero también,  reconoció que algunos de los perros que entran en la protectora llegan en mal estado, bien por enfermedad o bien, por malos tratos.