Foto: Karen Castillo. |
El porcentaje del presupuesto
general que el Gobierno salvadoreño destinó en 2008 a educación constituyó el
19% del total, según datos aportados por la Guía del Presupuesto General del
Estado para el Ciudadano, alcanzando la suma de 635,2 millones de dólares. Tras
la llegada al poder del presidente Mauricio Funes el 15 de marzo de 2009, el
cambio de signo de gobierno no se ha trasladado en un aumento sustancial de los
fondos destinados a educación. A pesar del aumento de la partida destinada a
este sector durante el año fiscal de 2011, con un total del 707 millones de
dólares, este dato representa el 15,7% del conjunto de presupuestos generales del
Estado, por lo que la reducción en términos porcentuales es significativa.
La realidad del sistema
educativo salvadoreño despierta preocupación entre las figuras más
representativas del panorama experto de esta nación. El rector de la
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), José María Tojeira, destaca
las dificultades que supone a las familias de escasos recursos el proporcionar
una educación media a sus hijos: “todo estos colegios suponen entre 80 y 90
dólares de mensualidad. No son colegios de élite. Son colegios a los que la
clase media tiene acceso”. Además, atendiendo a las necesidades más inmediatas,
el rector afirma que “hay que
invertir más en educación. Hay que lograr más calidad. También tener mejor
organización. Hablamos de la inversión con referencia al PIB. Se ha logrado la
cobertura nacional de la primaria, básicamente, pero a partir del sexto grado, el
50% empieza a quedarse fuera del sistema. En bachillerato, el 70% queda fuera”.
La causa de la
disminución de la asignación al sector educativo es el crecimiento desorbitado
del porcentaje de los tributos destinados a pagar la deuda pública nacional,
que se ha visto incrementado del 11,9% en 2008 al 28,25% tres años después,
consolidándose en los 1272,5 millones de dólares. El sector educativo no es el
único perjudicado tras el reparto. La cartera de Obras Públicas, Transporte, Vivienday Desarrollo Urbano, ha experimentado tan sólo un alza del 1% respecto de 2008,
y la inversión en Salud Pública y Asistencia Social se mantiene en torno al 10,4%.
Por su parte, el Ministerio de Turismo ha visto reducido su presupuesto en un
40%. Tan sólo el órgano ejecutivo que corresponde a la Presidencia de la República
ha visto duplicada su asignación, de 55,9 millones de dólares en 2008 a 102,1 en
2011.
Una de las principales
causas del exiguo margen de recursos económicos de que tradicionalmente adolece
el Estado salvadoreño es la escasa efectividad del sistema tributario. Así lo
afirma el presidente
de la Cámara Oficial Española de Comercio e Industria de El Salvador, Julio
Salcedo, quien asegura que “cualquier intento de reforma fiscal
lo han parado. Durante 20 años ha sucedido lo mismo. Cuando llegó el gobierno
ARENA, lo que hizo es simplificar los impuestos, porque queda muy fácil y muy
bien. Aquí, señores, no se paga más el 25%. Y sólo hay un impuesto, que es el
impuesto de la renta. Sí, de las personas físicas y de sociedad. Como en
Europa. Pero el tope máximo, independientemente de lo que ganes, es el 20%”.
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