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Cerca de 200 millones de niños sufren desnutrición crónica en el mundo

Unos días después de celebrar el 20 de noviembre el Día Universal del Niño, Unicef lanza de la mano de la periodista Rosa María Calaf, su último estudio sobre la desnutrición infantil en el mundo:"La desnutrición infantil,: causas, consecuencias y estrategias para su prevención y tratramiento".  En la sede de la organización se reúnen periodistas con renombre, todas ellas mujeres. Ana Pastor ( Televisión Española), Angels Barceló(Cadena Ser), Lola Huete (El País Semanal), Cristina Saavedra ( La Sexta) y Joana Socies ( El Mundo).
En la citada Convención de los Derechos del Niño, se reconoce a todo niño el derecho de  un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social; además de reconocer su derecho a la vida y a la supervivencia.

Pero como afirma la periodista de informativos Telecinco, Leticia Iglesias, en la actualidad “ hay un mal reparto de los recursos entre norte y sur. Hasta el punto de que en España un 14% de los niños sufre sobrepeso y en España tiramos 70kg de comida por persona al año mientras en África millones de niños mueren de hambre”. Esos derechos del niño no son respetados. Hasta el punto de que concretamente, al año mueren en el mundo 7,6 millones de niños menores de 5 años, y una cuarta parte de esas muertes está relacionada con el hambre.

Los datos  extraídos del estudio de Unicef nos muestran las consecuencias que tiene en la vida de un niño la desnutrición crónica: bajo desarrollo de su nivel físico e intelectual. Cuyas consecuencias a largo plazo son la dificultad en el estudio y en el crecimiento, lo que le acerca a un futuro más incierto.

Unicef presta especial importancia a los primero 1.000 días de vida de un niño ( el embarazo y los dos primeros años de vida). Durante ese período es cuando se produce el desarrollo básico del niño, de tal modo que la desnutrición provoca un retraso en el crecimiento del niño y un mal desarrollo de sus capacidades intelectuales y cognitiva.

Por tanto, la falta de alimento, dificulta el aprendizaje de un niño, y como consecuencias, su capacidad de convertirse en un adulto que pueda contribuir a través de su evolución humana y profesional, a la evolución y desarrollo de su país o comunidad.
La experiencias de los trabajos de Unicef y otras organizaciones demuestran que actualmente existen y conocemos las herramientas para erradicar la desnutrición. Por un lado, no existe escasez en la producción de alimentos, lo que hay es una mala distribución, y por otro hay experiencias positivas en muchas poblaciones, como la distribución en los países en desarrollo de una pasta de cacahuete (Pumpy Nut), que contiene los minerales y vitaminas esenciales para el ser humano. Y que han salvado la vida y mejorado el crecimiento de muchos niños.

En cuanto a los primeros meses de vida del niño, la periodista Ana Pastor, hace una reflexión y habla de la lotería de la vida que supone nacer: “ Cuando veo la imagen que dio tanto que hablar del niño somalí Michat, pienso en mi hijo, que tiene la misma edad, y sé que en algo nos hemos equivocado, que todo depende del lugar en el que nacemos, y que somos los medios los que tenemos que cuestionar nuestra labor “.

En cuanto a los tipos de desnutrición de un niño, se pueden encontrar tres tipos:desnutrición aguda o moderada(pesa menos de lo que le corresponde en relación a su altura), desnutrición aguda o severa( peso muy por debajo del estándar de referencia) y falta de vitaminas y minerales.

Para determinar si un niño sufre desnutrición, se puede hacer mediante la observación. Comparándolo con estándares de referencia, la altura refleja carencias nutricionales durante un tiempo prolongado , mientras que el peso es un indicador de carencias agudas.

Pero además, Unicef afirma que para mejorar la alimentación de un niño, además, es fundamental tener en cuenta la alimentación de su madre, ya que las mujeres desnutridas tienen bebés con un peso inferior al adecuado.

La presentadora de informativos de La Sexta, Cristina Saavedra, afirma que se ha dado un paso importante en cuando a la desnutrición, “hemos sido capaces de explicar que la hambruna es algo más que una enfermedad, también hay crisis, explotación, especulación”. Por eso Unicef y otras organizaciones internacionales, en relación a los 1.000 críticos de la vida de un niño, propone la Alianza de los 1.000 días, que promociona la acción e inversión para mejora la nutrición y alimentación de las madres y los niños de los 1.000 días que abarca desde el embarazo hasta los dos años del niño. En dicha alianza, empresas, gobiernos y organizaciones se comprometen a fortalecer las políticas de nutrición temprana. Para mejorar la vida del niño y por ende, el futuro de su familia, su comunidad y país.

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