La jefa del Departamento de Métricas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Laura Hernández Garvayo explica las diferentes propuestas por parte de esta fundación para la mejora y afianzamiento del progreso de la investigación en España. La licenciada en Economía y Derecho por la Universidad Politéctnica de Madrid llegó al FECYT hace más de diez años. Según comenta Garvayo, el Consejo Europeo de Investigación es uno de los objetivos principales para mejorar el programa de atracción y retención del talento científico en España y espera que con el esfuerzo de todos, tanto del Estado como de la Unión Europea se pueda solventar la crítica situación laboral de los jóvenes científicos.
P. ¿Según el FECYT, como se podría atraer y retener el talento
científico en España?
R. El primer paso ya
está dado, que es la nueva Ley para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación,
porque adecua un nuevo marco para las relaciones de los investigadores. Ahora,
y aunque sabemos que la crisis no ha ayudado a mejorar la situación de los
investigadores españoles, pretendemos fortalecer las bases existentes del reglamento
jurídico.
P. ¿De qué manera van a fortalecer esas bases
jurídicas?
R. Intentaremos representar al investigador bajo un marco legal
donde quede claro cuáles son sus derechos, sus obligaciones y sus libertades.
Sólo de esta manera el científico verá que la ley le respalda y que no existe
un vacío legal en cuanto a su situación.
P. ¿ La nueva Ley de Ciencia será entonces suficiente para
retener el talento científico en España?
R. No. Era necesaria crearla, pero evidentemente por si sola no evitará la temida `fuga de cerebros.
P. En cuanto a la llamada fuga de cerebros o migración selectiva ¿Qué
medidas cree usted que se deben tomar para evitar la pérdida de todo ese
potencial científico?
R. Por un lado, necesitamos fomentar las herramientas científicas
de las que dispone el Estado. Por otro lado, urge intensificar las relaciones
con el Espacio Europeo de Investigación (EEI) para así crear una verdadera red
de conocimiento científico europeo.
P. ¿Es posible qué el Espacio Europeo de Investigación funcione como un espacio de
investigación común y real?
R. Claro que es posible, lo que pasa es que no se han hecho los
esfuerzos suficientes. Además el 3% del PIB que se destina a inversión e
innovación en Europa sigue siendo una cifra irrisoria.
P. ¿Europa entonces está preparada para ser uno de los principales
espacios de investigación del mundo?
R. Sí. Creo que si hemos logrado
crear una unidad monetaria como es el euro y la formación de un espacio
territorial común tras el Acuerdo de Schengen, se podría crear un espacio de investigación
común eficaz si existiera el interés suficiente. Además, claro está del aumento
de la inversión.
P. ¿Es cuestión de dinero entonces?
R. No. Es cuestión de que Europa entienda que si se invirtiera más
en ciencia estaríamos preparados para competir con países como Estados Unidos,
por ejemplo. Esto repercutiría en las industrias europeas y en la
sostenibilidad de las mismas, creándose más puestos de trabajo y de mayor
calidad.
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| Laura Hernández Garvayo FOTO: Marina Hernández Hernández |
P. ¿Qué instrumentos ofrece la Unión Europea para desempeñar la labor de
investigación?
R. La herramienta principal y más eficaz es la que se promociona
desde el Consejo Europeo de Investigación (ERC) una institución de financiación creada
para contribuir a la investigación e innovación en la Unión Europea.
P. ¿Y en España?
R. Desde el FECYT hemos creado una red de servicios en
todas las Comunidades Autónomas para ayudar al investigador y así poder
atenderle en sus centros de investigación. Somos una especie de paraguas para la
coordinación de diferentes centros. A partir de esta red se pueden atender
tanto a los investigadores locales como a los que llegan desde fuera de España.
P. ¿Qué conclusión
sacaría usted para mejorar la situación de los investigadores?
R. Ofrecer las mejores condiciones laborales a los investigadores
para que realicen su función es una de las premisas claras para retener y atraer el talento científico. Entre
ellas la mejora de los fondos de pensiones para investigadores, crear la carrera
por méritos y que así el
investigador pueda tener una mejor cobertura no sólo científica sino social.
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