La
revolución de la movilidad urbana llega de la mano de Renault con el
lanzamiento al mercado del nuevo vehículo de la marca gala. Se presentó por
primera vez en el Salón de Frankfurt en el año 2009, y dos años después ha habido una presentación a nivel nacional en la isla de Ibiza, España. En
un recorrido urbano clásico se ahorra un 25% de tiempo sin consumir una sola
gota de gasolina. Con su visión panorámica, su arquitectura abierta, su radio
de giro de 3,4 m y su radar de proximidad, Twizy es imbatible en el
entorno urbano. El diseño de este primer vehículo 100% eléctrico es muy
llamativo, perfectamente acorde con las características del coche. Aunque
carece de los sistemas de seguridad a los que estamos acostumbrados como el ABS
o el control de estabilidad, lo cierto es que
el Twizy inspira bastante confianza en la conducción, aunque si es cierto que
hay que tener especial cuidado en ciertos sitios, como en las curvas. El Twizy
tiene capacidad para dos ocupantes colocados uno detrás de otro, y aunque desde
fuera no parezca demasiado confortable, lo cierto es que en el interior el
paseo se hace agradable y confortable. Podemos decir que ofrece el confort de
un coche pequeño y la agilidad de una moto. Para ir dentro del Renault Twizy
hay que tener entusiasmo y ganas de divertirse al volante.
Como en todos los coches eléctricos que están en el mercado, la duda latente es la autonomía. El Twizy ofrece un recorrido de 100
kilométros en un ciclo urbano normal, que es un parámetro bastante alto
teniendo en cuenta que es un coche para trayectos rápidos y cortos. Este valor
se alcanza gracias a la batería de Ión-Litio de 6,1 KWh y el sistema de
recuperación de energía al levantar el pie del acelerador. Además, el pequeño
urbanita es capaz de recargarse en una toma de corriente normal doméstica de 220
V en unas tres horas, y trae un cable de tres metros de largo incluido.
El Renault Twizy llega al mercado
ofreciendo dos motorizaciones. Una de ellas ofrece 7 kW/9 CV y par
máximo de 33 Nm disponible nada más arrancar. Como se puede conducir con
licencia de ciclomotor a partir de los quince años, su velocidad máxima está
limitada a 45 km/h. La otra opción es un desarrollo de 13 kW/17 CV y
par máximo de 57 Nm, que alcanza los 80 km/h. Este último sólo puede
conducirse con una licencia tipo B de automóvil.
El precio de entrada del vehículo urbano
por excelencia es asequible para todos los bolsillos, ya que puede tenerlo en
el garage desde 6.990 euros, pero el alquiler de la batería tiene un precio
mensual de cincuenta euros al mes. Según el recorrido y el uso que se le de al
coche, esta mensualidad se puede ver compensada por el ahorro en combustible.
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