El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Una cita anual cuyo objetivo es difundir la información y la educación sanitaria necesaria para convivir con una enfermedad cada vez más generalizada entre la sociedad. A pesar de ello, existen algunos ámbitos que no están completamente adecuados. El presidente y fundador de la Asociación de Familias Diabéticas (ASFADI) en Albacete, Deogracias Martínez, diabético desde hace 10 años, es consciente de las carencias en la oferta de alimentos apta para diabéticos y la escasa importancia que recibe esta enfermedad crónica en el mercado actual.
Pregunta.- ¿Cree que los comercios ofrecen todos los productos que deberían?
Respuesta.- No, hay cuatro cosas y con eso creen que está solucionado la dieta de un diabético a pesar de que en Castilla La Mancha hay 200.000 personas con diabetes y, en concreto en Albacete, más de un 30% de la población. La mayoría de los productos que dicen ser válidos para los diabéticos no son reales. Por ejemplo, siempre hemos pensado que el chocolate Valor estaba fabricado a propósito para diabéticos y resulta que no. No lo entendemos porque son productos que nos aconsejan desde la Federación de Diabéticos Españoles mediante anuncios publicitarios en sus revistas y luego resulta no son recomendables. Se aprovechan comercialmente pero los endocrinos y desde la propia asociación recomendamos que no se fien de la mayoría de los productos.
P.- ¿Cree que se debería de tener más en cuenta esta enfermedad en los mercados?
R.- Por supuesto. Lo primero es que se debería de ofrecer una mayor explicación por parte de los comercios para que el diabético sepa cuales son los productos reales que puede consumir y cuales le pueden perjudicar. No basta con que en la etiqueta ponga que es un producto sin azúcar. Lo que queremos es que de verdad respeten nuestra enfermedad y sean concientes de lo que nos puede afectar consumir estos alimentos.
Presidente de la Asociación de Familias Diabéticas, Deogracias Martínez/ Foto: Estefanía Simón
P.- ¿Dónde encuentran los principales problemas en el ámbito de los mercados?
R.- La gente ni se preocupa porque hay pocos productos. Se dejan llevar por las confiterías y la panadería que dicen tener alimentos sin azúcar pero, al final, todo es información nula. Muchas veces, este tipo de comercios sustituye el azúcar por otra sustancia que tampoco es adecuada para una persona diabética. Y eso es fácil de comprobar porque yo mismo he comido algún bollo supuestamente para diabéticos y luego, cuando me he hecho la prueba, tenía la azúcar por las nubes.
P.- ¿El precio de los productos es más caro de lo normal?
R.- Sí, los pocos productos que hay ahora mismo en el mercado son un 40% o 50% más caros que los que normales. Este precio es mayor sobre todo en bollería donde las empresas se aprovechan para poder sacar el máximo beneficio.
P.- ¿Cuál es el gasto medio de una familia con más de un miembro diabético?
R- El gasto depende mucho de si el diabético controla su enfermedad y de la preocupación que tenga por su alimentación. Es aquí donde la asociación actúa para informar que alimentos deben consumir y cuales no. Pero casi todos los productos que son especiales, o dicen serlo, para diabéticos son siempre más caros por lo que la cesta de la compra al final es más elevada.
Stand de información para el Día Mundial de la Diabétes/ Foto: Estefanía Simón
P.- ¿Cuáles son las principales reclamaciones de los consumidores diabéticos?
R.- Desde la Federación de Diabéticos Españoles siempre están batallando pero al comerciante no le conviene fabricar de forma correcta los productos porque supone un mayor coste para la empresa. Por lo tanto, en materia de mercados nunca se avanza.
P.- ¿Qué proponen desde la Asociación de Familias Diabéticas en lo referente al consumo de estas personas?
R.- Lo que pedimos desde la Asociación en nombre de todos los diabéticos de Albacete es que haya más surtido en productos sin azúcar, sobre todo, en el desayuno para que un diabético tenga la posibilidad de elegir. En la dieta de los diabéticos no es recomendable comer bollería pero, alguna que otra vez, los que son muy dulzones quieren consumir este tipo de productos. Por eso, creo que se les debería de dar la oportunidad de que tengan alimentos aptos para su consumo, sin ningún tipo de secuela posterior.
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