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Paciente en la consulta del dentista. Foto: A.Armesilla |
Fumar, cambios hormonales, el uso de cierto medicamentos y la diabetes son los principales factores de riesgo que provocan las enfermedades periodontales. “El cepillado y el uso de seda dental previene la aparición de la placa bacteriana, que es la principal causante de esta dolencia”, según cuenta la higienista dental Verónica Caldero. “Esa placa si no se elimina se vuelve dura y crea el sarro, que solo se puede eliminar mediante una limpieza profesional”, explica Caldero.
Existen dos tipos de enfermedades periodontales: la gingivitis y la periodontitis, o piorrea. “La gingivitis es la inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías. Está dolencia puede curarse con el cepillado y con el uso de hilo dental., además de una limpieza periódica del dentista”, según explica la higienista Caldero.
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Raspado y alisado de las piezas dentales. Foto: A. Armesilla |
La periodontitis o piorrea es la dolencia más grave. Se trata de una gingivitis sin curar. “Las encías se retraen alejándose del diente, formando unas bolsas que se infectan, pudiendo destruir el hueso que sujeta el diente”, según explica la higienista dental. Para su cura se realiza el denominado “raspado y alisado”, que consiste en remover el sarro y alisar la raíz del diente, donde se acumulan las bacterias, según cuenta la higienista dental Miriam Muñoz.
Pero para que la cura de esta enfermedad sea eficaz se deben mantener unos hábitos de limpieza diarios, como son “el cepillado al menos dos veces al día, el uso de enjuagues bucales y el empleo de cepillos interproximales y, por supuesto, la visita al dentista para controlar la enfermedad” aconseja la higienista Caldero.
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