La tempestad aún no ha dado paso a la calma en el seno del RealConservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM). Si la semana pasada alumnos del
centro protestaban por la subida de las tasas y la no existencia de unreglamento interno y un proyecto educativo, dos documentos esenciales para la
coordinación y el buen funcionamiento de cualquier centro educativo, esta
semana han dado a conocer nuevos datos que revelan la verdadera debacle por la
que está atravesando el conservatorio. La situación ha alcanzado el punto de no
retorno, entablándose una verdadera batalla entre alumnos, que tratan de hacer
valer sus derechos como estudiantes, y directivos, que intentan mantener sus
posiciones atrincherándose detrás de excusas y trámites
burocráticos.
Foto: Wikimedia Commons/Gryffindor Fotografía libre de derechos de autor. |
Los alumnos de piano son los más afectados por la situación. A fecha de
hoy, siete alumnos continúan sin dar clase, y dos, comenzaron la semana pasada,
debido a que un profesor se ha jubilado y otro ha cambiado de itinerario
(significando esto que ha pasado de dar clases de piano a dar clase de otras
asignaturas, como música de cámara, por poner un ejemplo). Algunos de estos
alumnos (los dos que iniciaron el periplo educativo la semana pasada), se
encuentran en el último año de su formación. Necesitan clases diarias, además
de asistencia para finalizar el proyecto fin de carrera. En lugar de eso, se
han visto desamparados hasta que han logrado abrirles un hueco en la agenda de
otro profesor. Pero no termina ahí la cosa. Varios profesores de piano de
acompañamiento han comenzado a impartir clase con un mes de retraso, lo que ha
afectado a la mayor parte de alumnos que cursan esta asignatura, que es
obligatoria para todos los instrumentistas. “Pedimos que al menos se devuelva
una cantidad proporcional a las clases perdidas del total que hemos pagado en
nuestras matrículas”, reclama Simón García, secretario de la asociación de
alumnos y uno de los máximos movilizadores de las protestas. Pero no solo han
pagado por clases que no han recibido, sino por asignaturas que ni siquiera saben
ni de qué tratan. “Nadie tiene ni idea de qué va la asignatura ‘grupos
específicos’. No existe profesor, ni nadie ha oído hablar de ella, pese a que
hemos pagado por cursarla”.
“Somos muchos los que hemos sido afectados. Todos los alumnos de segundo tenemos que cursar grupos específicos, pero no hay nadie que sepa nada sobre esta asignatura”, declara José A. Alor, alumno afectado por la falta de profesores. “Hemos perdido
un trimestre completo, y no tenemos ni idea de qué va a pasar el siguiente trimestre. No nos dicen nada”.
La junta directiva, por su parte, asegura que están trabajando en dar una
solución al problema de la forma más rápida y efectiva posible. Quizá, con
suerte, a los pianistas del RCSMM les caiga un profesor como regalo de navidad.
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