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"No hay ningún indicio para afirmar que existe una organización llamada Resistencia Galega"

Manifestación de Ceivar, Mayo, 2008.| M.G.
Miguel García, de 32 años y natural de Santiago de Compostela, es el responsable de comunicación de Ceivar. Milita en el independentismo gallego desde 1996. La entrevista se hizo en gallego y posteriormente, fue traducida. Por decisión personal, ha preferido que no haya fotografía porque "tampoco aporta nada a nivel informativo". En su lugar, una imagen de un acto de Ceivar para ilustrar la entrevista.





Pregunta. ¿Qué es Ceivar y cómo se formó?

Respuesta. El movimiento independentista gallego, como todos los movimientos contestatarios del Estado es objetivo constante del aparato represivo español. Comunicaciones intervenidas, identificaciones, seguimientos, amenazas, multas, juicios...forman parte del día a día de aquellas gallegas y gallegos que deciden organizarse y luchar contra la desaparición de Galicia, aunque no cometan ningún delito. En los casos más graves, la lucha independentista conlleva también detenciones, prisión y dispersión, hasta el punto de que en los últimos 30 años fueron muy breves los periodos de tiempo en los que no hubo nacionalistas gallegos en las cárceles españolas.

Durante las décadas de los 80 y 90 dos colectivos se encargaron de denunciar públicamente esta represión y de dar apoyo a los represaliados: las Juntas Galegas pola Amnistia (JUGA) y los Comités Anti-Represivos (CAR). Estos dos colectivos se disuelven a finales de los 90, una vez salen de las cárceles españolas los últimos presos condenados por su relación con la actividad armada do Exército Guerrilleiro do Povo Galego Ceive (EGPGC). Es en este momento, cuando el independentismo gallego necesita una nueva herramienta anti-represiva y, a comienzos del 2000, nace Ceivar.

P.  ¿Cuál es el objetivo y qué actividades lleva a cabo Ceivar para luchar contra la represión que denuncia?


R. Nuestro objetivo es doble: por una parte, denunciar y explicar ante la sociedad gallega la represión que España ejerce contra el movimiento gallego. Por la otra, apoyar desde el punto de vista legal, económico y humano aquellas personas que son víctimas de la violencia del Estado por el hecho de participar en la lucha independentista. 

De esta manera, jugamos con todos los factores en contra: la versión que dan los medios sobre lo que ellos llaman "terrorismo", la defensa jurídica de las personas represaliadas (especialmente aquellas encarceladas  y dispersas por la Audiencia Nacional a cientos de quilómetros de nuestro país), supone unos costes millonarios, inasumibles por los militantes y sus familias. Si no fuera por la solidaridad colectiva, prestar este apoyo sería imposible. Este es el trabajo realizado por Ceivar en los últimos años, que no puede ser más que positivo.

Así, las actividades se resumen en tres bloques: gestionar la defensa legal de los militantes represaliados, denunciar socialmente la represión y recaudar fondos para sufragar los costes que todo ello supone.

P. Eses fondos de los que dispone Ceivar, ¿de dónde salen, de los propios militantes?

R. Todo el dinero del que dispone Ceivar sale de las donaciones solidarias de aquellas gallegas y gallegos que quieren y pueden, para la defensa de los que luchan. Es evidente, por lo tanto, que no sólo la militancia de Ceivar pone dinero: también lo ponen ciertas personas solidarias, como también aquellas que colaboran con su trabajo voluntario y desinteresado.

P. En la página web de Ceivar hay un manual de “ayuda” en el caso que algún militante sea detenido y hasta en dos ocasiones dice que mentir durante el interrogatorio policial es un derecho, ¿es un derecho o una forma de protegerse de la acusación?

R. En el Estado español hay un abismo entre la legalidad escrita y la realidad procesal judicial. La realidad es que vivimos en un estado en el que no funciona la presunción de inocencia, ni la independencia de la justicia, ni la honestidad de los fiscales, jueces y policías, ni el respeto a los derechos elementales de las personas detenidas. 

La realidad con la que nos tenemos encontrado en los años que llevamos de experiencia es que todos los elementos estatales (fiscalía, testigos, peritos, policías...) mienten habitualmente, manipulan e inventan pruebas con el objetivo de castigar a los militantes gallegos. La paradoja es que su propia ley dice claramente que las únicas personas que no están obligadas a declarar la verdad son las personas encausadas. 

Está reconocido por la ley española el derecho de las detenidas y los detenidos a no decir la verdad, de la misma manera que está severamente castigado que mientan los testigos, los peritos o los fiscales. Es un principio básico del Estado de derecho, por desgracia, el Estado español, no es un Estado de derecho, todo es papel mojado. 

P. Son fervientes las críticas que le dedicáis a la prensa sobre el tratamiento de la información, en su opinión, si se encuentran artefactos listos para explosionar, ¿cómo deberían nombrar a esto los medios en lugar de términos que no les parecen adecuados como "cloratita" y "dinamita"?

R. Permíteme antes una reflexión general: en el Estado español no existe libertad de prensa. Tener una emisora de radio, una cadena de televisión o un periódico de tirada nacional es tan sumamente caro (y, además, depende tanto del apoyo publicitario y de la concesión de licencias) que la realidad es que sólo un gran capital tiene la capacidad de hacer llegar su opinión, su versión de los acontecimientos, su discurso, su selección...al conjunto de la ciudadanía.

La manipulación informativa del independentismo gallego no se restringe a si un artefacto explosivo se le llama de una manera u otra. En los acontecimientos de los últimos días tenemos infinidad de ejemplos de como la prensa, en vez de informar, lo que hace es servir de instrumento propagandístico del Estado. Para comenzar, porque son las notas de prensa del Ministerio del Interior las que se toman como fuentes veraces, sin contrastar la información. 

El caso más sangrante fue el de la TVG, que emitió descontextualizadas las declaraciones de una portavoz de Ceibar afirmando que "nuestra experiencia nos dice que es posible y en este caso creemos que realmente es así". La frase de la compañera se refería a la posibilidad de que los detenidos incomunicados pudieran sufrir malos tratos, pero en el montaje de edición de la TVG parececía que se refería a la hipótesis de que se estuviesen preparando una acción con bomba contra la celebración del día de la Constitución. 

Sobre el papel de los medios de comunicación durante estos días recomendamos este artículo de la página web de Galiza Livre

P. Las referencias a la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI) en los medios de comunicación también son continúas, ¿por qué creen que inclusive el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, insistió en que era el vivero directo de Resistencia Galega?

R. AMI es una organización juvenil que, desde su nacimiento, estuvo en el punto de mira de la represión española, posiblemente porque tiene un discurso muy claro y muy poco ambiguo contra España, como cárcel de pueblos. En 2005, esta organización fue objetivo de una gran operación policial dirigida por la Audiencia Nacional, la Operación Castiñeira, como consecuencia, la dirección de AMI fue detenida, su casas asaltadas y gran cantidad de material intervenido. Finalmente, todos quedaron en libertad al confirmarse que no había prueba alguna que los relacionara con actividades ilícitas.
El hecho es que no hay un sólo dato, una sola prueba, nada...que sirva como indicio para afirmar que existe una organización llamada "Resistencia Galega". Debemos explicar esto: lo que sí hay desde hace más de una década en nuestro país, son diferentes actos de sabotaje con artefactos incendiarios y explosivos, contra intereses económicos, políticos y militares españoles. Fueron siempre sabotajes anónimas, que nunca ninguna organización reivindicó como propias.

En 2005, apareció un manifiesto en internet de carácter anónimo que defendía y alentaba a este tipo de sabotajes y que se llamaba "Manifiesto pola resistencia galega". Hace pocos meses apareció, de la misma manera, un "II Manifesto pola resistencia galega". En ambos manifiestos, de los que se desconoce la autoría, se habla de resistencia (siempre en minúsculas) como la actividad armada de un pueblo que se defiende de las agresiones del Estado, nunca como una organización armada.

La realidad es que lo único que tenemos son gallegos y gallegas que por iniciativa propia han hecho sabotajes de formas muy dispares (unos queman maquinaria, otros usan pólvora, otros rompen cristales de bancos o instituciones...) y otros objetivos diversos, pero nunca fueron condenados por pertenecer a ninguna organización armada.


P. Les molesta en gran medida, la comparativa que se hace de los miembros de ETA, con los detenidos estos días, ¿no se podría parecer "Resistencia Galega" en el carácter independentista, al menos?

R.  El nombre propio "Resistencia Galega" fue acuñado por la prensa, posiblemente a instancias del Ministerio de Interior, por querer encuadrar los sabotajes en una estrategia político-militar semejante a la del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), para aplicar en Galicia las mismas recetas que se aplicaron en Euskal Herria.

Los y las independentistas gallegos que resisten a la aniquilación física, económica y cultural de Galicia y que recurren para esto a la violencia defensiva, guardan algunas semejanzas con quien hace lo propio en las más diversas partes del mundo (desde los indígenas mapuches hasta los guerrilleros kurdos), pero también tienen unas características propias que hacen de la resistencia galega un fenómeno peculiar y muy diferente a cualquier otro movimiento de la resistencia.

P. ¿Existe alguna solución que no pase por actos violentos?

R.  La solución a la mayoría de los problemas sociales y territoriales que tiene el Estado español es bien simple, pacífica y democrática...sólo que España se niega a ellas. Reconocer el derecho de autodeterminación de las naciones; hacer que los gobiernos obedezcan a los pueblos y no a los mercados; dejar de destruir territorios, cultura e identidades tomar medidas contra la tortura y los malos tratos...son soluciones que están en las manos de España.

Por lo demás, me gustaría aclarar que el principal causante de la violencia que se registra en Galicia no es el independentismo gallego. Ahora mismo, por ejemplo, el territorio gallego está siendo destruído diariamente con potentes explosivos para la construcción de un proyecto, el AVE, que no beneficia en nada a las clases populares de nuestro país y que sólo interesa a las élites políticas y económicas. 

La principal preocupación de las gallegas y gallegos no es de lejos la actividad armada independentista y sí las políticas económicas y sociales que desenvuelve el Estado español al servicio del capital. 


P. ¿Contáis con algún apoyo político en este momento?

R.  Contamos con el apoyo del independentismo gallego y de muchas personas nacionalistas, de izquierdas o simplemente solidarias, que entienden que no vivimos en una democracia y que luchar es la única forma digna de vivir en este mundo en el que sólo nos dejan ser siervos y mercancías.


P. Para concluír, ¿quiere Ceivar decir algo sobre lo acontecido estos días que no esté reflejado en su página web?

R. Me gustaría insistir en la inexistencia de cualquier organización denominada "Resistencia Galega". Reto a cualquiera que utilice esta denominación como nombre propio a que encuentre un logotipo, un comunicado, un portavoz, una página web...cualquier cosa de las que normalmente tienen las organizaciones armadas como ETA, los GRAPOS, el EGPGC, Terra Lliure, el IRA...

Mientras esto no se encuentre, lo razonable es atender a las evidencias que hay y hablar de resitencia galega (con minúsculas), o de los gallegos y gallegas que resisten, en el mismo sentido en el que se habla de la Kale Borroka o de la Intifada, como formas anónimas de violencia política, que no adoptan estructuras de organización militar.





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