El certamen de teatro
de Pinto, llevado a cabo por el taller de teatro ciudadano, ha sido cancelado
tras seis años consecutivos celebrándose entre los meses de noviembre y
diciembre. El Ayuntamiento del municipio decidió que este año se representase
en el Teatro Municipal Francisco Rabal un nuevo festival teatral muy diferente
al ya tradicional certamen que organizaba el taller formado por vecinos de la
localidad madrileña.
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Teatro Municipal Francisco Rabal. Foto: Ayto. de Pinto |
La secretaria de la
concejalía de cultura de Pinto, Esperanza Galán, afirma que “este tipo de
certámenes pueden costar al Ayuntamiento una cantidad que supera los 7000 euros”
y que “con esta suma de dinero se puede hacer frente a la agenda cultural de un
mes entero”. Por esta razón, se tomó la decisión de no celebrar este concurso,
al menos este año.
Integrantes del grupo
de teatro afirman que se pusieron en contacto con el anterior Gobierno
municipal a principios de año, cuando tenían que aprobarse las bases, pero
nadie les prestó atención. Después con el nuevo Gobierno del Partido Popular ya
era tarde y no había tiempo suficiente
para celebrar el certamen este año. Ante esta situación propusieron celebrarlo
la próxima primavera, pero la respuesta a esta sugerencia fue negativa alegando
que sería mejor aplazarlo para el otoño – invierno del año que viene.
Este tipo de actos culturales se han ido consolidando en los últimos años en España y aportan gran prestigio a los municipios que los celebran, por lo que su cancelación es perjudicial para el ámbito cultural de la localidad. José Manuel Peñalba,
trabajador del teatro municipal, explica que el certamen, durante sus seis
ediciones, ha tenido buena acogida de público y añade que sería una pena que un
acontecimiento así cayese en el olvido.
La anulación del
certamen, temporal en un principio, supone un infortunio para el teatro
ciudadano de la localidad de Pinto. Aun así, el municipio cuenta desde hace tres
décadas con un taller de teatro amateur que, según afirma una de sus miembros,
Valentina Rojas, querrían convertir en escuela. El mayor inconveniente para
ello es que se necesita gran esfuerzo y dedicación, además de un lugar con las
condiciones necesarias donde poder desarrollar sus actividades.
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