"La acogida del publico no pudo ser mejor"

El teatro no es exclusiva de los profesionales, hay quien por pasión se dedica al teatro como una afición, o quien decide dar sus primeros pasos en pequeñas obras. Y aquí entra el teatro universitario, un hueco que aprovechan jóvenes y no tan jóvenes para poner en práctica una de sus aficiones. De esto sabe María Rosa Martos Salgado, directora de la obra “Cabaret” que se representó en la Universidad Politécnica de Madrid, a cargo de la compañía No es culpa nuestra. María Rosa cuenta para este medio cual es su experiencia en esta parcela teatral.

Pregunta: ¿Qué diferencias cree que hay entre una obra de teatro profesional y una obra de teatro universitario?

Respuesta: Los recursos. El teatro universitario cuenta con menos recursos económicos que una obra de teatro a nivel profesional. Se trata de compañías más pequeñas que no cuentan con un gran respaldo en lo que a dinero se refiere, pero bueno se suple con imaginación y ganas de trabajar. Al margen del tema monetario creo que no hay diferencias, las ganas de trabajar y la profesionalidad son, en mi opinión, las mismas.

P. Su última obra ha sido “Cabaret”, ¿qué puede contar de esta experiencia?

R. Ha sido precioso. El esfuerzo que hicimos y los duros ensayos, tuvieron un excelente resultado, la acogida del público no pudo ser mejor. Aún recuerdo el último día de representación, hubo gente que se tuvo que quedar de pie porque ya no había sitio. Sin duda es un orgullo para mí, pero no solo por mi papel de directora, sino por todo el equipo que hizo posible este éxito.

P. ¿Por qué cree que las pequeñas compañías tienen tantas dificultades para acceder a grandes teatros?

R. Las grandes compañías, como hablábamos antes, tienen normalmente más recursos económicos y además suelen ser sinónimo de éxito. Es normal que los grandes teatros decidan confiar en ellas porque esto no deja de ser un negocio en el que se busca el beneficio. Creo que esa es la razón por la que las pequeñas compañías no acceden, no porque no valgan sino porque no confían en ellas.