La crisis del teatro

La crisis no deja indiferente al teatro, Madrid, ciudad que alberga numerosos teatros en sus calles, da buena cuenta de ello. Las ventas bajan y cada día son más las obras que tienen que terminar antes de tiempo. Teatros vacios que cuentan la historia de un país que atraviesa un periodo económico difícil. Por ello una de las opciones de ocio que nos ofrecía la capital se ha visto mermada.

Lucía Martínez, taquillera sustituta del Teatro La Latina, explica que la situación de los teatros no es la mejor actualmente, “se notan asientos vacios que en otras épocas se hubiesen llenado” aclaraba. “De no ser por las ofertas estoy segura de que la demanda sería aún menor” añadía. Y es que no es la única que cree que las ofertas que circulan por la red son una medicina para la enfermedad de la crisis.

Todo esto repercute en las pequeñas compañías de teatro, para las que si antes era duro llegar a un gran teatro ahora lo es más. Y es que los dueños de los teatros se llevan en algunos casos hasta un 60% por ciento de la recaudación de la obra, lo que deja a los actores un sueldo mínimo. Si se añade, además, que las ganancias han descendido en los últimos meses la situación se convierte en crítica.

El espectador también es consciente de esta situación, Sebastián Ferreira, actualmente parado, da su opinión al respecto. “Es difícil ver un espectáculo lleno al cien por cien, cada vez que vas al teatro llama la atención la cantidad de asientos vacios” explicaba. “Hace poco en un espectáculo de Antonia San Juan en el que la mitad de las entradas eran regalos o sorteos, me sorprendió ver como la mitad de la sala eran asientos vacios, creo que eso significa que las cosas no van del todo bien para el teatro” añadió.

 La situación es preocupante pero no parece que todo sea de color negro y hay obras que a primera vista parece que son capaces de conseguir, a pesar de la crisis del sector, atraen a un numeroso público. Es el caso del musical “El Rey León”, situado en la Gran vía de Madrid,  que lleva en torno a los 250.000 espectadores. O de la obra “The Hole”, qué aún mantiene colas en la entrada del Teatro Calderón de Madrid.