La escuela de cine de Madrid reivindica su
independencia educativa respecto a la universidad
Foto Jorge Varela, Productor y director gerente de la Escuela de Cine y Artes Visuales de Madrid. JMHE |
Esta fundación
de carácter privado reclama su autonomía respecto a otras instituciones
educativas. La ECAM hace su plan educativo estructurando todas las titulaciones, en tres años,
a los que se accede
mediante una dura y selecta prueba de acceso: “A nosotros, no nos afecta
el modelo de educación Bolonia porque no somos enseñanza reglada, una de las finalidades de no ser universidad es
separarnos del esquema academicista y acércanos a un modelo industrial”, alega su gerente Jorge Varela y prosigue:
“Sí, es cierto
que nosotros estamos haciendo un acercamiento a las universidades. De tal
manera, que es posible que terminemos llevando dos caminos: Uno de grado
normal, dentro de nuestra autonomía que queremos seguir
respetando; al mismo tiempo, en otros
aspectos, continuemos con nuestros métodos y nuestra diplomatura.
Además, cabría la posibilidad una titulación de Formación Profesional, para
aquellos oficios cuya estructura universitaria no tendría sentido. Un ejemplo sería sonido;
vestuario; caracterización o algunas otras
más”.
Respecto al precio y la conciliación de la vida laboral, hay una queja generalizada de los alumnos: “La matrícula es
excesivamente cara”, se queja Nico; uno de los alumnos de Sonido de 20 años que estudia
en la escuela. “El horario es impredecible,
cambia cada mes. Puedo tener clases lo mismo por la mañana un martes y el siguiente por la mañana y por la tarde. Se conjuga muy mal para
tener un trabajo estable con el que pagarte la diplomatura fuera de aquí.”, Añade Alejo, estudiante de dirección cinematográfica, de 24 años.
Un aprendizaje solo para unos pocos privilegiados
El gerente Jorge Varela rebate estos argumentos: “La matricula
son 4.700 euros al año. Comprendo que es mucho dinero, pero no lo es tanto; pues teniendo en cuenta que La Francisco de Vitoria o cualquiera de las otras universidades privadas,
que están ‘a años luz’ de estar cerca de nuestras capacidades tecnológicas; y además tienen treinta alumnos por clase, están cobrando el doble o el triple por la
matricula. Ellos sí hacen negocio; nosotros, no.
“Hay además becas. No es caro; porque en
el resto de Europa y en Estados Unidos es normal pagar 15.000 euros o
20.000 de tasas por este tipo de formación. Los alumnos, en España, están muy mal acostumbrados con las tasas universitarias.
Pero el 20 % del coste de nuestra matrícula apenas cubre lo que consume cada
estudiante, teniendo en cuenta materiales, profesorado de primer nivel o tecnología de última generación.”, continuó diciendo El Gerente.
En este sentido la convocatoria de inscripción de las especialidades que
se puede encontrar descargándola de la web dice lo siguiente: 1) Se
admitirá un máximo de 12 alumnos por especialidad en primer curso. 2) Pasarán a
Segundo, los 10 alumnos que obtengan mejor puntuación de nota final en año
anterior.3) Pasarán al tercer curso, los 8 alumnos que obtengan mejor
puntuación de nota final en el Segundo.
En el
curso, se imparten las enseñanzas teóricas y técnicas necesarias para el desempeño del oficio,
dedicando especial atención a la realización de prácticas conjuntas, básicas
para determinar si el alumno está capacitado para recibir el DIPLOMA de la ECAM al concluir el curso. Los alumnos no aprobados pueden solicitar repetir
este curso una sola vez. Dicha solicitud será considerada, o no, en función de
las posibilidades.
“El perfil del alumno que
quiere entrar en la escuela es muy variado; desde universitarios, que han
terminado carreras como Comunicación Audiovisual, Periodismo, incluso tenemos arquitectos que quisieron
dedicarse en su día al mundo del cine y no pudieron. Sin embargo, también
tenemos gente de Bachillerato y de Técnicos Superiores de Imagen y Sonido que
hacen el examen de acceso y entran sin problemas. Se cogen a 12 alumnos por especialidad y año; los que
nosotros creemos que son los mejores de todos los que se presentan.”, expone el gerente de la
ECAM, “aunque se compagina mal con
un trabajo o con otras obligaciones, normalmente el alumno se busca trabajos de fin
de semana para costearse el estar
aquí.”
Otras escuelas tienen unas tarifas y unas exigencias similares. Un
ejemplo es el Instituto del Cine; dependiente del ministerio de Cultura. El
precio es de 4000 euros anuales, por
tanto no se
diferencia demasiado de la ECAM. ‘Querer es poder’ y llegar a ser el próximo
Peter Jackson, depende de lo que el
interesado esté
dispuesto a invertir, porque llegar
a ser uno de los mejor cineastas está al alcance de muy pocos
talentos y aún de menores
bolsillos. ‘Si estás
dispuesto a iniciar el camino’, como dice el proverbio, ‘el maestro aparece’.
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